Sector.3 nace en el año 2013 fruto del análisis de la comunicación en torno a la responsabilidad social, siendo consciente de que eran muchas las carencias que existían al respecto. En esos momentos, mi percepción sobre lo que se estaba haciendo en el entorno de las empresas y de las instituciones por lograr un impacto positivo en la sociedad, era que no estaba llegando al conjunto de los ciudadanos, que los mensajes quedaban perdidos o diluidos por el camino. Me parecía, así mismo, que un medio público como RTVE tenía la responsabilidad de dar cabida a este tipo de información no sólo para difundirla como aporte informativo, sino como fórmula para contribuir a promover y visibilizar las buenas prácticas, cumpliendo de ese modo su mandato de informar y formar.
Acogida positivamente la propuesta, empieza su andadura un programa que se posiciona como pionero en los medios audiovisuales generalistas en cuanto a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), no sólo por la temática en sí, sino también por el enfoque dado, que ha pretendido desde el primer instante estar orientado a poner en valor las alianzas como vehículo para conseguir una transformación en la sociedad. Por aquel entonces, una parte importante de las estrategias de RSE que realizaban las empresas estaba centrada en el perfil social y, por tanto, en la colaboración entre el mundo económico-financiero y las entidades sociales, a las que se destinaba el fruto de la colaboración. Todavía se escuchaba poco o nada al respecto de la implicación de las PYMES en este trayecto hacia el llamado capitalismo humanista, ni tampoco se contaba con la implicación de las administraciones públicas que, en un momento de dureza de la crisis económica española y mundial, habían dejado de ser partners financieros para las organizaciones no gubernamentales y las instituciones de carácter asistencial.
La verdad es que han cambiado bastantes cosas en algo menos de cinco años. Hoy se entiende la acción social como sólo uno de los múltiples pilares de la RSE, que también ha cambiado su nombre por otros títulos, entre los que parece resaltar el de Sostenibilidad, al menos, de momento. Los otros pilares son la ética y el comportamiento interno, la relación con el conjunto de stakeholders, la interacción con el medioambiente y la custodia de las cadenas de producción y distribución, por citar algunos. Y esa sostenibilidad se ha extendido y se exige no sólo a empresas, sino a todo organismo, institución o asociación de cualquier naturaleza que juegue un papel en la sociedad, ya sea a nivel privado o público.
La RSE, Sostenibilidad o cualquier otra denominación que pudiera surgir en el futuro, tiene que cumplir unas premisas inexcusables: generar un impacto positivo en el medio en que se desarrollan, promover la transformación, actuar desde la ética y la transparencia y, muy especialmente, mantener la coherencia de principio a fin para ganar la confianza de la ciudadanía y su credibilidad.
La responsabilidad hoy de los medios de comunicación que, como empresas que son, tienen que estar sometidas a los mismos criterios que el resto, es ser testigo de los hechos transformadores que se están produciendo desde distintas vías, contar esos hechos, fomentar la formación necesaria para su comprensión, sensibilizar sobre sus causas y efectos y, obviamente, señalar aquellas incoherencias que puedan romper la dinámica hacia el virtuosismo del círculo.
Entre los grandes retos de los medios, por tanto, está el comunicar a los ciudadanos el camino de la transformación social, de la que absolutamente todos, sin excepción y sin excusas, somos parte. Si no conseguimos que esas aguas nos empapen a todos, hay una alta probabilidad de que los pensamientos y las acciones con vocación de conseguir comportamientos más coherentes, más exigentes y más comprometidos, terminen convirtiéndose, esta vez sí, en papel mojado. Para ello hay que huir de jergas especializadas o de tecnicismos que provoquen huidas antes que acercamientos. Es un reto también respecto a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que suponen un diagnóstico claro y preciso de Naciones Unidas sobre los problemas que venimos arrastrando desde hace décadas y que han desembocado en la situación actual.
De nuevo aquí los medios debemos jugar ese rol como formadores y sensibilizadores, un rol proactivo que trascienda nuestro papel informativo que, como es lógico, tiene que estar en las primeras líneas.
Por Sector.3 han pasado ya más de doscientas empresas nacionales e internacionales y otras tantas entidades sociales, así como representación de las administraciones públicas, dando voz, en un espacio radiofónico, al conocimiento, la difusión y el debate en torno a todos estos conceptos que están marcando la agenda actual y a los proyectos de muy diversa índole que se están desarrollando tanto dentro de España como en el resto de países del mundo.