Según la PAHO, el 50% de la fuerza laboral en Latinoamérica son jóvenes. Por otra parte, datos de CEPAL indican que, en la actualidad, el 51% de la población de América Latina está en la fuerza de trabajo y se proyecta un aumento de +54% para 2050.
En este contexto, donde la población activa representa una porción significativa del mercado, las organizaciones se ven obligadas a incorporar a su concepción de cultura empresarial, valores como: diversidad, equidad e inclusión. Estos aspectos representan un factor positivo en la atracción y retención de talento y, al mismo tiempo, resultan influyentes al momento en que, las generaciones más jóvenes, preponderan un lugar de trabajo por sobre el resto. Además, para industrias como las IT, estas herramientas se constituyen como la plataforma sobre la que se construye un ambiente laboral que impulsa la creación de una inteligencia colectiva con mayores potenciales de adaptación activa a las complejidades del entorno.
“Es importante que las compañías generen conexiones reales con sus colaboradores y sus clientes, que redunden en la confianza mutua. Para ello es preciso impulsar iniciativas que apunten a actuar responsable y éticamente, articulando e integrando aspectos como procedencia, género, religión, edad, raza, discapacidades, orientaciones sexuales e identidades de género”, señala Celeste Elizondo, Diversity and Inclusion Specialist de Endava.
Más allá de una declaración de principios
Para que el respeto a estos valores sean más que una mera enunciación, sino una visión compartida en la organización, el sector IT impulsa diferentes acciones con sus públicos internos. Cursos como los de Código de Conducta Interno buscan promover comportamientos éticos, honestos y justos en todos los niveles y áreas con un margen de cero tolerancia hacia las faltas de respeto o conflictos de intereses.
“Dentro del enfoque de sustentabilidad y bajo el paraguas de “We Care”, se promueven iniciativas como Speak Up Safely. Una plataforma -impulsada por IA- que permite enviar mensajes anónimos en tiempo real a los equipos de Integridad sobre cualquier asunto ético o de cumplimiento. Que los colaboradores pueden plantear sus preocupaciones con la confianza de que éstas serán reconocidas y abordadas sin temor a críticas o repercusiones negativas es un gran paso que aporta transparencia y también hace foco en la horizontalidad, dos valores muy importantes para la compañía”, agrega Elizondo.
Como complemento a este tipo de acciones, se suman los Foros Abiertos, integrados por colaboradores que se reúnen periódicamente para trabajar por una inclusión organizativa sostenible, así como para sugerir procesos, sistemas y oportunidades de desarrollo y compromiso adecuados a las banderas inclusivas de la empresa.
¨El respeto por la diversidad es un aspecto que crece poco a poco en el ámbito corporativo. Sabemos que hay mucho camino por desandar, pero vemos que las personas reciben cada vez con más compromiso las iniciativas internas, como una oportunidad real para crecer individualmente y en comunidad, integrando a la diversidad como parte del ADN corporativo¨, finaliza la especialista.
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