Ecosistemas sanos, para garantizar la producción y la vida
Los sistemas naturales que hacen posible la vida en la Tierra, incluyendo la humana, están en peligro ante la imparable conversión de ecosistemas, la explotación intensiva de bienes naturales, nuestros hábitos de producción y consumo, el cambio climático y la contaminación. Esto exige respuestas urgentes y coordinadas.
Fenómenos extremos como las olas de calor, las sequías prolongadas, las inundaciones y los incendios forestales causan pérdidas y daños incalculables. El 40% de las tierras del Planeta están degradadas y las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000. La reciente sequía en la Argentina, con severos impactos socioambientales, dejó pérdidas por unos USD 20.000 millones en ingresos por exportaciones solo en 2023, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por ríos con agua: el Delta y su marea verde
El cauce del río es apenas una sombra de lo que fue, un hilo. El riacho Victoria, un brazo del Paraná, antes corría con su agua marrón y tapaba a todo lo ancho la superficie de tierra hoy mustia, blanca, seca. Los peces muertos refulgen al sol, se puede caminar metros y metros dentro de un lecho hoy vacío. La sequía lo convierte en desierto. Y las colinas de la ciudad de Victoria pierden su verde brillante.
Victoria, habitada por poco más de 30 mil personas, situada en la provincia de Entre Ríos, en la mesopotamia Argentina, está separada de Rosario por sólo 60 kilómetros. Los ritmos de vida de uno y otro lado de las orillas distan mucho de sí mismos a pesar de la presencia del puente que une a las ciudades desde hace más de 20 años.
Alimentos. Qué estrategia debe seguir la Argentina para navegar en el “océano azul”
En la Argentina se repite que como el mundo “demanda alimentos” el país tiene todo el potencial para crecer. El concepto es una verdad a medias porque esa demanda es cada vez más sofisticada. La tendencia está marcada por conceptos tales como nutraceúticos, comida segura, proteínas alternativas, productos botánicos, cadenas de valor más cortas, smart packaging, reducción de los residuos de alimentos, digitalización y transparencia con los ingredientes. Para que la Argentina tenga un rol protagónico en el sector con sus exportaciones requiere de más innovación y más agregado de valor. Tiene que navegar en el “océano azul”, dicen los expertos.
Como uno de los casos “más evidentes” de lo que queda por hacer, apunta al maíz. Mientras la Argentina exporta alrededor del 70% como grano, en el mundo ese promedio ronda el 15%. No duda en definirlo como “un crimen” y grafica con que se vende el commoditie a Chile “y de allí vienen los copos de maíz en caja”. En ese contexto destaca el willingness to pay (disposición a pagar), cada vez más presente en el mercado de los alimentos.
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