Hoy comenzó una guerra…
como si hiciera falta,
sumar otro combate
(que amenaza y que hiere),
a todas las batallas,
internas, dolorosas,
que libramos a diario
sin que nadie se entere…
Hoy comenzó otra guerra…
y fue entre Ucrania y Rusia
pero pudo haber sido
cualquier otro el terreno,
cualquier parte del mundo…
es fatal la hipoacusia
de los que han decidido
desoír el cruel ruido,
insistente, profundo,
del sufrimiento ajeno.
Jamás podrá ser bueno
el efecto fugaz,
el falaz veredicto
de un bélico conflicto
que destruye y que asalta,
ni hay tierra, gas o azufre,
que justifique el hambre,
las lágrimas, la sangre.
Cuando hay alguien que sufre
nadie resulta invicto.
Como si hiciera falta,
sumar otro conflicto
a los que teje el miedo,
al espinoso enredo
del fuego y la sequía,
la feroz apatía,
la falta de equidad,
la soledad que aterra.
Como si hiciera falta…
hoy comenzó otra guerra.
como si hiciera falta,
sumar otro combate
(que amenaza y que hiere),
a todas las batallas,
internas, dolorosas,
que libramos a diario
sin que nadie se entere…
Hoy comenzó otra guerra…
y fue entre Ucrania y Rusia
pero pudo haber sido
cualquier otro el terreno,
cualquier parte del mundo…
es fatal la hipoacusia
de los que han decidido
desoír el cruel ruido,
insistente, profundo,
del sufrimiento ajeno.
Jamás podrá ser bueno
el efecto fugaz,
el falaz veredicto
de un bélico conflicto
que destruye y que asalta,
ni hay tierra, gas o azufre,
que justifique el hambre,
las lágrimas, la sangre.
Cuando hay alguien que sufre
nadie resulta invicto.
Como si hiciera falta,
sumar otro conflicto
a los que teje el miedo,
al espinoso enredo
del fuego y la sequía,
la feroz apatía,
la falta de equidad,
la soledad que aterra.
Como si hiciera falta…
hoy comenzó otra guerra.
Silvia Gabriela Vázquez