Teist, empresa dedicada al catering y producción integral de eventos, logró finalizar el proceso para convertirse en empresa B, lo que la convierte en la única firma del sector que cuenta actualmente con dicha certificación.
Ser una empresa B implica utilizar la fuerza del mercado para dar soluciones concretas a problemáticas sociales y ambientales, definiendo un propósito que apunta a generar un impacto positivo en la sociedad.
El bien común
Desde sus orígenes, Teist tiene una marcada impronta social. La empresa lanzó, en 2019, su Compromiso Teist, que implicaba donar, por cada plato contratado para el catering de un evento, otro de comida nutritiva destinado a comedores y merenderos. Ese año, la firma llegó a donar 16.000 platos y 5150 kilos de comida.
Certificar un estilo de vida
Para lograr la certificación como empresa B, Teist se sometió a una evaluación rigurosa que considera los impactos positivos en distintas áreas, así como también las adaptaciones necesarias.
A lo largo de 11 meses, se recorrieron diferentes etapas, desde el estudio de los requerimientos de cada sector hasta el impacto de cada uno de los temas ambientales en el catering, la señalización interna, los espacios de reciclado, etc.
“Al finalizar el proceso entendimos que ser B es un estilo de vida, algo que se contagia y se traslada dentro de la empresa y fuera de ella”, señaló Mercedes Iribarren, a cargo de Marketing de Teist.
Carbono neutral
En línea con su estatus de Empresa B, Teist ha logrado que sus eventos, a partir de los contratados en abril, sean carbono neutrales. Para eso, ha comenzado a colaborar con un proyecto de conservación de bosques nativos en la región de las Yungas-Jujeñas, que permite compensar las emisiones de carbono del servicio de catering.
“Desde un comienzo necesité encontrar un sentido más profundo, más trascendental a lo que es un servicio de catering. Ahí me enteré de la existencia de las empresas B, donde el gen está en colaborar y donde el crecimiento puede impactar positivamente en el crecimiento de otros”, señaló Ignacio Lanús, fundador de Teist, quien agregó: “Comenzando por “un plato por otro plato”, fueron muchas las acciones que hicimos y hacemos en ese sentido. Por eso, la certificación como empresa B nos produce una gran satisfacción, por un lado, y a la vez un fuerte compromiso para seguir mejorando y que nuestro trabajo pueda tener un impacto cada vez más positivo para ayudar a resolver problemas sociales y ambientales”.
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