¿Cuáles son las principales prioridades de la Secretaría de Planificación y Política Ambiental del Gobierno de Argentina?
Nosotros estamos trabajando fundamentalmente en dos grandes temas, que los compatibilizamos: la preservación de la biodiversidad y el combate de la pobreza.
Un 70% de las emisiones en el cambio del uso del suelo se deben al avance de la frontera agropecuaria sobre los bosques nativos. Por ello, en Argentina ya hemos invertido más de 300 millones de dólares para compensar a los propietarios de los bosques a fin que éstos los preserven. Esta es una medida que vamos a seguir profundizando porque creemos que éste es el camino para ir mitigando los gases de efecto invernadero. No obstante, es un problema global que va a implicar un cambio de conducta de la ciudadanía a nivel planetario. Sólo se va a lograr una neutralización de las emisiones para el 2100 si tomamos consciencia que debemos producir con muy bajo contenido de carbono y, sobre todo, lograr una distribución de la riqueza de manera equitativa a nivel global a fin de que podamos ir subsanando todas estas crisis ambientales, porque la crisis migratoria que sufre Europa es una crisis también ambiental.
La desertificación y la deforestación hacen que los pueblos emigren buscando mejores oportunidades porque sus recursos naturales están tan degradados y ya no les dan elementos para su subsistencia. Por lo tanto, lo político, lo económico, lo social y lo ecológico está sumamente unido y tenemos que encarar la cuestión holísticamente.
¿Cómo está situada Argentina en esta lucha contra el cambio climático con respecto a otros países de la región latinoamericana?
Todos los países latinoamericanos, que solamente contribuimos con el 9%, de las emisiones de gases de efecto invernadero, nos hemos comprometido a llevar a Paris nuestras contribuciones en mitigación.
Somos conscientes que somos países en vías de desarrollo, que todavía tenemos un porcentaje de la población con niveles de pobreza, que tenemos que profundizar la distribución de la riqueza, pero también tenemos que avanzar en la innovación tecnológica. El sector privado puede jugar un rol fundamental, no solamente el sector público, porque entendemos que este problema o lo solucionamos entre todos o vamos al fracaso.
¿Las empresas argentinas están suficientemente implicadas en la lucha cambio climático?
Se está trabajando mucho en la Responsabilidad Social de la Empresa y de la responsabilidad tenemos que pasar al compromiso. Los jóvenes consumidores ya se fijan, cuando hacen una inversión, si realmente las empresas está cumpliendo con principios de equidad etc. Estamos hacia un camino justo y hay futuro.
¿Cómo percibe la Responsabilidad Social en la Argentina?
En Argentina, con el Gobierno de Néstor y Cristina, hemos hecho una gran distribución de la riqueza. Por supuesto que falta todavía mucho, porque en 2001 la mitad de la población estaba bajo niveles de pobreza. Fue una crisis muy grave la que vivió Argentina. La hemos revertido distribuyendo riqueza, haciendo que el pueblo participe más políticamente, porque había una absoluta apatía respecto a la clase política. Hemos recuperado esa confianza de que desde la política se puede cambiar la sociedad y yo creo que eso es algo que también tiene que ver con los valores, porque si yo participo, puedo cambiar. Ahora, si yo me quedo en mi casa, criticando, nunca voy a cambiar nada.
¿Y hay más conciencia ciudadana?
Hay que instar al compromiso ciudadano independientemente de la ideología que uno pueda tener. Si la ciudadanía se compromete, se organiza, reclama y vota, yo creo que vamos hacia un futuro mejor.