¿Cuál ha sido la evolución de la RSE y sostenibilidad en su organización en estos últimos años y cuál es su situación actual?
A finales de 2003 Indra decidió reevaluar e impulsar sus actuaciones en materia de Responsabilidad Corporativa, con el objetivo de promover su papel como ciudadana corporativa en línea con sus objetivos de negocio y realizar un aporte de valor al conjunto de la sociedad. Así se puso en marcha el Plan Director de Responsabilidad Corporativa con el que se pretendía infundir uniformidad a todo el conjunto de políticas y acciones de responsabilidad de la empresa y establecer indicadores que permitieran una mejor rendición de cuentas y comunicación pública.
En estos 10 años fuimos testigos de una gran evolución en el concepto y la gestión de la Responsabilidad Corporativa: desde aproximaciones más cercanas a la acción social en los inicios, pasando por enfoques más basados en la gestión de los impactos, hasta los enfoques más actuales que orientan la gestión de la Responsabilidad Corporativa a la creación de valor (económico, social y ambiental) para el conjunto de grupos de interés con los que se relaciona la compañía.
Nuestra propia práctica también ha experimentado una enorme transformación en este tiempo, consecuencia de las nuevas demandas y más exigentes por parte de los públicos con los que nos relacionamos. Cuando hace 10 años, la Responsabilidad Corporativa era voluntaria y las iniciativas más relevantes tenían que ver con la transparencia empresarial con la publicación de los primeros informes de RC (y la aplicación de estándares como GRI, AA1000 y Pacto Mundial) y la construcción de canales de comunicación con los grupos de interés; ahora la gestión de la Responsabilidad Corporativa comienza a ser obligatoria. En muchas de las regiones en las que operamos (específicamente Europa y algunos países de Latinoamérica) están desarrollando normativa para que las compañías informen públicamente de sus políticas e iniciativas de RC. Además, muchos clientes e inversores están exigiendo a las empresas que cumplan determinados criterios de RC.
Todo esto nos ha llevado a integrar, cada vez más, la gestión de la RC dentro de la estrategia y la gestión ordinaria de los negocios, con iniciativas más próximas al núcleo de la actividad de la compañía. Un ejemplo que ilustra muy bien esta integración es nuestro Informe Anual. Desde 2008, Indra publica un informe que describe el desempeño de la compañía en los planos económico, social y medioambiental de forma integrada. Indra considera que este modo de informar supone presentar a la compañía de forma más realista, al ofrecer una visión conjunta y global del impacto de sus actividades sobre todos sus grupos de interés. A finales de 2011, Indra se incorporó al Programa Piloto del Comité Internacional de Informes Integrados (IIRC) con el objetivo de continuar avanzando en una mayor Integración del reporte económico, social y medio ambiental.
¿Puede explicar algunas buenas prácticas de Indra en los diversos ámbitos de la RSE?
A lo largo de estos 10 años hemos desarrollado distintas iniciativas de las que nos sentimos orgullosos (integración de la responsabilidad corporativa en las funciones de los órganos de gobierno de la compañía, la creación de canales de comunicación con los distintos grupos de interés, el desarrollo y certificación de sistemas de gestión de la calidad y del medio ambiente, etc.) pero hay una de la que nos sentimos especialmente orgullosos: nuestro programa de Tecnologías Accesibles. Este programa agrupa todos nuestros proyectos que persiguen desarrollar soluciones y servicios innovadores en el área de accesibilidad e inclusión. Indra cree en el valor positivo de la diversidad social. Desde esa perspectiva, los proyectos pretenden promover, mediante la innovación y las soluciones tecnológicas, la integración laboral y social de las personas con discapacidad, procurando facilitarles acceder a una mejor calidad de vida. Para llevar a cabo este programa, Indra ha desarrollado acuerdos con distintas Universidades en Argentina y otros países de Latinoamérica y en España.
La RSE siempre supone un proceso de mejora continua, ¿cómo están trabajando para irla mejorando e integrando cada vez más en su organización?
El Plan Director es nuestro motor para mejorar de forma continua en nuestra gestión de RC. El Plan se revisa anualmente con la participación de los responsables internos de las relaciones con cada grupo de interés de Indra, así como apoyándose en un diagnóstico de la compañía en base a monitores externos tales como Dow Jones Sustaintability Indexes, Vigeo, OEKOM, Pacto Mundial, GRI, etc. El Plan Director establece el marco adecuado para que la Responsabilidad Corporativa ostente en la compañía el rango distintivo de motor del conocimiento y la innovación, y esté alineada con los objetivos de negocio.
El Plan Director recoge las políticas, programas y acciones que debe realizar la compañía, y se dividen en dos ámbitos:
- Integración de los grupos de interés: Mejorar la comunicación y los canales de escucha.
- Innovación en la gestión de la compañía para mejorar su sostenibilidad.
¿Qué opina sobre la comunicación de la RSE y cómo trabaja su organización en la comunicación de estos temas?
La transparencia y la construcción de canales de comunicación bidireccionales y fluidos con los grupos de interés forman parte de la responsabilidad de una empresa. De acuerdo con normas como AA1000 y muchos de los estándares de gestión de la RC, las compañías debemos incluir a los grupos de interés en nuestros procesos de toma de decisiones, y eso pasa por explotar todos los canales de comunicación que tenemos a nuestra disposición: desde el Informe Anual, la web corporativa, presencia en redes sociales, comunicados de prensa, encuestas a grupos de interés, etc.
Desde la unidad de Responsabilidad Corporativa de Indra mantenemos una relación estrecha con las distintas unidades responsables de los distintos canales de comunicación de la compañía, de cara a dar visibilidad a los aspectos relacionados con la RC.
¿Cuál es, en su opinión, la situación actual de la RSE en Argentina y sus principales barreras y obstáculos?
Las empresas grandes o de primera línea han hecho grandes avances para transformase y pasar de preocuparse fundamentalmente por su producto a sumar como prioritarias otras cuestiones: cómo lo producen y cómo se involucran con la sociedad que lo produce y lo usa. Este grupo de empresas, a través de sus propios procesos y los de su cadena de valor más inmediata, buscan respetar normas ambientales, culturales y sociales y retribuir a la sociedad parte de lo que recibe con diversidad de prestaciones. Las principales barreras y obstáculos son todavía culturales, ya que todo lo descripto que sucede entre las grandes empresas comienza a desaparecer en la medida que se ingresa al mundo de las empresas de menor volumen, dónde la visión sustentable del negocio es más amplia y compleja.
¿Cuáles van a ser los próximos pasos de su organización en RSE, sus próximos desafíos?
Nuestro reto es continuar la integración de la RC en el núcleo de la estrategia y la gestión de la compañía para ser capaces de maximizar el valor que genera la compañía. Además de esto, percibimos una preocupación creciente en nuestro entorno (por parte de reguladores, instituciones, clientes, inversores, etc.) hacia aspectos relacionados con una mejor gestión de la cadena de suministro, considerando una visión más amplia que la que se refiere al tier-1; los modelos de buen gobierno, y en concreto a como las normas y composición de los órganos de gobierno favorecen la creación de valor; o el respeto a los derechos humanos, entendidos en su sentido más amplio (no sólo los aspectos más tradicionales relacionados con trabajo forzoso o explotación infantil, sino asuntos más avanzados de derechos humanos como la diversidad o el desarrollo profesional).
Desde Indra pretendemos reforzar nuestros sistemas de gestión para adaptarnos a estas nuevas demandas sociales.
Y finalmente, ¿cuáles son los principales retos de la RSE para que se afiance en Argentina y cómo estos se pueden lograr?
Uno de los principales retos es lograr que las empresas de tamaño medio y chico, y con menor capacidad económica, incorporen una visión de sustentabilidad en el gerenciamiento de sus negocios. Es decir que el crecimiento sustentable vaya creciendo hacia la base de la pirámide de la economía del país.