¿Fue o es difícil salir de la etapa más básica de asistencialismo para adaptarse a los nuevos tiempos, haciendo una planificación más estructurada a largo plazo?
La política y la posibilidad de trabajar desde el Estado es una herramienta que, siendo bien utilizada, da enormes posibilidades de cambio, transformación e inclusión real de las personas. Uno desde este lugar atiende la emergencia, pero hay que saber trabajar con metas a corto, mediano y largo plazo. De hecho, una de las primeras medidas que se tomaron en el ministerio cuando Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y candidato a Presidente de la Nación, asumió por primera vez el Gobierno, fue cambiar la entrega de las cajas alimentarias por una herramienta que es una tarjeta de compra de alimentos. En cualquier contexto siempre se hubiera pensado que la entrega de la caja es mucho más asistencialista y de corte clientelar. La medida buscaba subsanar esto. Cada ser humano tiene el derecho de elegir y desde ese lugar construimos política pública. Los Centros de Primera Infancia son claramente fruto una política de largo plazo, ya que le estás cambiando la vida a un niño o niña vulnerable para que después tenga la posibilidad de elegir, brindándole libertades de escoger en su vida.
Hablando de los menores en situación de vulnerabilidad, ¿Qué medidas están implementando?
En infancia trabajamos la atención prioritaria de la emergencia, ya sea con chicos en situación de calle, maltratados o abusados por sus familias o terceros. Se trata de sacar a los chicos de estas situaciones, brindando una restitución de derechos básicos. No se trata sólo de alimentos, abrigo, educación y salud, sino también de una vida libre de violencia y maltratos.
Después está todo lo que tiene ver con la infancia de familias vulnerables. En estos casos damos la posibilidad de que un chico de hasta cuatro años pueda estar en un lugar desde las 8 am hasta las 5 pm de forma gratuita. Nosotros proporcionamos la alimentación y estimulación a estos chicos, para que así los padres puedan trabajar y/o estudiar. Asimismo, nos preocupamos de fortalecer y formar el vínculo padres-hijos, con el fin de reunificar el concepto de familia.
En lo que respecta a violencia de género, ¿qué avances han logrado y que retos tienen por delante?
En este tema hemos trabajado desde una dirección que cumplió 25 años en 2014. Durante todo este tiempo se han venido desarrollando estrategias de atención integral a la mujer. Hemos trabajado mucho en el tema de la prevención, lanzando grandes campañas de concientización para hacer llegar a familias, vecinos y la ciudadanía en general el mensaje de que queremos una sociedad libre de violencia, para que cuando vean una situación de violencia sepan enfrentarla y denunciarla.
Detectamos que el 50% de los casos de violencia de género en el matrimonio o en parejas estables habían empezado con situaciones de violencia durante el noviazgo. Por lo tanto, trabajamos esos puntos para poder llegar a los adolescentes de forma anticipada y sepan distinguir conductas de amor y otras de humillación, violencia, celos o cualquier situación que en muchos casos se confunden como normales, pero son violentas y vejatorias. Además, tenemos una línea de asistencia 24 horas y disponemos de Centros Integrales para la Mujer en distintas comunas de la ciudad.
¿Qué avances han logrado en la lucha contra la drogadicción?
Venimos trabajando en ese tema en dos grandes líneas. Una tiene que ver con la prevención, para llegar antes del flagelo de la droga. Hemos ido trabajando mucho el eje de las escuelas, capacitando a nivel secundario y primario. Incorporamos no solo el no a la droga, sino que también el hábito saludable y los problemas del consumo. Trabajamos también con detección temprana, con el fin de distinguir conductas habituales de adolescentes y otras que tienen que ver con prácticas de un joven que está empezando a consumir, para así reaccionar rápido y evitar que esto se vuelva cotidiano. Después, desde los Centros Integrales de Atención Comunitaria buscamos que personas consumidoras y que no quieren o no se animan a un tratamiento, puedan empezar a acceder a esos espacios mediante distintas estrategias individuales y grupales. Creemos que el diálogo y el apoyo familiar es fundamental para esto. Hay familias que les cuesta mucho integrar a un hijo luego que ha generado disturbios a causa del consumo de droga.
En este ámbito, también contamos con un Programa de Reintegración Comunitaria para todas aquellas personas que, terminado un tratamiento, no tienen un ámbito de contención familiar o comunitaria al cual puedan retornar. Frente a estos casos, ofrecemos una red de acompañamiento que busca proveer asistencia psicológica que permita volver a una vida normal con el tiempo, que implique acceso al mundo laboral y la posibilidad de formar una familia.
Al momento de diseñar o ejecutar sus programas, ¿tienen en consideración la participación de actores de la sociedad civil, mundo empresarial o universitario como estrategia de Responsabilidad Social?
En el Ministerio hemos tenido una visión muy abierta con respecto a trabajar en conjunto con organizaciones de la sociedad civil, empresas y universidades, entre otras organizaciones. Acá se ha tratado de construir y sumar entre todos.
En muchos casos, el Estado resulta algo lejano o inaccesible para ciertos grupos vulnerables. Cuando esto ocurre, nos valemos de organizaciones intermedias que hayan generado una relación de confianza previa, lo que nos permite a nosotros acceder de mejor forma y construir con el tiempo una relación de confianza con la comunidad beneficiada. Por ejemplo, los Centros de Primera Infancia son un esquema de acción asociada con organizaciones que estaban en los barrios y que funcionaban como guarderías. Aquí generamos un espacio de primera calidad, ya que capacitamos a dichas organizaciones para que pudieran llevar adelante estos Centros propuestos por el ministerio.
Por otra parte, en el Programa Adolescencia hemos hecho lo mismo. Todo lo que tiene que ver con las actividades y operadores sociales para el proyecto de vida que queremos construir con los jóvenes, lo hemos hecho con diversas instancias privadas y de la sociedad civil. Cuando hemos tenido actividades relacionadas con el fútbol, se han entablado proyectos con Boca Juniors y River Plate, por ejemplo. También hemos contado con la participación de empresas. A modo de ejemplo, recuerdo un programa que se inició 2008 con la Fundación Navarro Viola, el Banco Galicia y la Cruz Roja. Seleccionamos a 100 personas en situación de vulnerabilidad que querían estudiar enfermería. Hasta el día de hoy se está terminando de recibir la última camada de enfermeros. En definitiva, pensar los programas sociales de forma individual forma parte del pasado.