¿Cuál es el norte de Amartya en torno a la sustentabilidad?
Tenemos como misión promover una cultura de sustentabilidad a través de la educación. Nuestro objetivo último es influenciar en las políticas públicas de la Argentina y promover la sustentabilidad transversal en todo el sistema educativo. Para eso trabajamos en distintos programas en todos los niveles educativos: jardín de infantes, preescolar, primario, secundario y universidad. En cada programa desarrollamos distintas pedagogía y metodologías para poder abordar la temática de sustentabilidad.
¿Cuál fue su primer programa en alguno de estos niveles educativos?
Nuestro primer programa se llama “Semillas de sustentabilidad”, donde trabajamos con niños de 5 a 7 años. Tratamos de enseñarles a los chicos qué es la sustentabilidad a través de la práctica. Se lo explicamos jugando, contando cuentos y haciendo actividades en la escuela. El programa termina cuando ellos hacen su propio cuento y lo construyen con materiales reciclados. Entonces, se llevan a su casa el libro de la vida. Esto es una manera no solo de llegar al chico, sino de llegar a la familia y así poder trabajar con los dos entes.
Otro programa que tenemos se llama “ConSuma dignidad”, donde trabajamos la sustentabilidad desde la perspectiva del ciudadano, la cual se entiende como consumo responsable. Para nosotros es muy importante trabajar con los jóvenes. Por esto, el programa empieza dos años antes de terminar la secundaria porque para nosotros es importante que ellos vean que pueden transformar su realidad. En este caso, el programa termina con un proyecto social que ellos desarrollan.
Arrancamos jugando con los chicos a un juego en el que hay dos países desarrollados, dos países intermedios y otros dos en vías de desarrollo. El juego refleja lo que pasa en la realidad porque tienen que vender y el que más produce y venda, ese gana. Estos países tienen que producir cuadrados, rectángulos y círculos con formas exactas. Entonces, los países desarrollados tienen tijeras, resaltadores y compás. En cambio, los países intermedios tienen bastante materia prima que son hojas, y los países más pobres no tienen ni medios de producción ni hojas. En el juego la única regla es que no puede haber violencia, entonces con todo ese roll play se pueden ver las injusticias, los temas de comercio, guerras o destrucción del medio ambiente. A partir del juego, nosotros les hablamos de estas temáticas y, finalmente, el programa finaliza cuando desarrollan una campaña social.
¿Consideran que el tipo de gestión que están haciendo con sus stakeholders es una estrategia de valor compartido?
Por supuesto, primero porque los chicos cuando terminan las campañas a fin de año lo llevamos al Congreso, porque nos parece que es muy importante que sean los niños y los jóvenes que lleven esta información a los legisladores.
Cada vez que los chicos hacen las campañas, los rodeamos de un ecosistema con actores para que los ayuden a desarrollar las campañas. Uno de los valores fundamentales de la sustentabilidad es la cooperación. En este sentido, queremos que ellos vivan la cooperación, que salgan y se ayuden entre ellos, que lo integren en la familia y que integren a actores fuera de la escuela que los pueda a ayudar a hacer la campaña.
¿Cuál ha sido el principal logro en el último año en materia de sustentabilidad?
Son muchos los logros, nos interesa poco lo cuantitativo, la sustentabilidad es un proceso estrictamente cualitativo y es muy difícil medirlo. Hace cuatro años estamos desarrollando una escuela donde todas las edificaciones son construidas con arquitectura bioclimática, el 100 % de la energía es renovable, cuenta con una producción de alimentos orgánicos y un sistema de administración de agua sustentable para que todos los jóvenes puedan pasar de la teoría a la práctica. En este momento estamos trabajando con todo el municipio para llevar políticas de sustentabilidad en la producción, en la cultura y en el turismo.
Por otra parte, vamos a trabajar con todos los jóvenes de la zona para que los chicos puedan tener una aproximación a la sustentabilidad teórica y práctica. Esto puede ser el tema más interesante porque aquí se puede ver la sustentabilidad de una manera más holística, con todo un municipio trabajando de forma articulada.
¿Cuáles son los principales proyectos que tienen previstos para el próximo año?
Seguiremos trabajando con niños de preescolar, en la escuela secundaria y trabajamos a nivel universitario con 5 cursos de sustentabilidad porque ya hace 7 años tenemos cursos de responsabilidad empresarial y de sustentabilidad, de filosofía ambiental, estrategia para pymes, etc. Cuando hacemos estos cursos en todos los niveles educativos, llegamos a la construcción de nuestro propio campus, porque entendemos que en todo el ciclo educativo no es suficiente con la teoría, hay que poner las manos en la masa.
El próximo paso que estamos por dar, para cerrar ese círculo educativo, es poder ofrecer un Máster, porque nos parece que aquí en Argentina todavía no hay un master que tenga esta dirección. Ojalá lo podamos lanzar en el 2017. En este sentido, creemos que nuestro campus “Quinta esencia” va a ser perfecto para un estudiante de máster porque ahí podrá ver todas las distintas unidades de negocio, la forma de construcción, el sistema energético, sistema de producción de alimentos, sistema de manejo de agua, etc.
¿Qué noticia te gustaría escuchar en torno a la sustentabilidad durante este año?
En Argentina nuestra constitución nacional garantiza a todos los argentinos el derecho de tener un ambiente sano y el derecho a tener una educación de sustentabilidad. Esto no se cumple y nosotros tenemos proyectos para llevar la sustentabilidad a todo el sistema educativo y que la educación de sustentabilidad también esté en la curricular en todas las escuelas. Esta sería la mejor noticia.