Millones de niños viven hoy en zonas sumamente expuestas a las consecuencias del cambio climático. Alrededor de 160 millones de niños menores de cinco años viven en zonas con una alta probabilidad de sequías y más de 500 millones habitan en regiones con un alto riesgo de inundaciones, según Sandra Astete, especialista en políticas de infancia en Unicef Comité Español.
El cambio climático tendrá cada vez más consecuencias sobre todos los seres humanos, pero los niños se verán afectados de manera desproporcionada, especialmente en las zonas más pobres. Es una amenaza fundamental para la mayoría de sus derechos básicos, incluido el acceso a alimentos y agua, educación, salud e inclusive a su propia supervivencia. En el 2012 Unicef, el Pacto Global y Save the Children lanzaron los Principios Empresariales y Derechos del Niño con el propósito de guiar a las empresas en su compromiso con la infancia.
El Principio N° 7 de estos lineamientos sostiene que las empresas deben “respetar y apoyar los derechos de los niños en relación con el medio ambiente” alentando la promoción de políticas corporativas respetuosas del ambiente. La Agenda 2030 afirma que quizás seamos la última generación que todavía tenga posibilidades de salvar el planeta. Frente a este panorama, el camino que sigan los empresarios, gobiernos y otros actores mundiales
marcará el futuro de los niños. Nuestros líderes deben abordar este importante desafío desde una mirada integral, poniendo especial foco en los niños, niñas y adolescentes, especialmente en aquellos que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Los desafíos que enfrentan las empresas en este sentido son múltiples e incluyen desde medidas de adaptación al cambio climático hasta iniciativas que permitan mitigar los efectos de sus operaciones en el ambiente. Asimismo, la comunicación de estas medidas hacia la comunidad, incluyendo los derechos de la infancia, se vuelve imprescindible: instancias de diálogo con la comunidad a través de las cuales la empresa comparta sus políticas y saberes acerca del cuidado del ambiente, escuche las preocupaciones de sus vecinos en relación a los impactos ambientales de la empresa y defina procesos transparentes para recibir y resolver reclamos, son algunas de las líneas de trabajo posibles para implementar un sistema de gestión ambiental y social responsable.
Desde Empresas por la Infancia (ExI) hemos comenzado a trabajar junto al Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS) para poner en la agenda corporativa a la infancia como un público de interés a la hora de reflexionar y tomar medidas frente a los desafíos que plantea el cambio climático en los próximos años.