Hoy en día, existen alternativas que nos permiten desarrollar competencias en bases a estándares de reconocimiento y aplicación mundial que pueden ser sumamente útiles para el empresario MiPyMe. Uno de ellas, por excelencia, es el desarrollo e implementación de los principios de la reciente versión 2015 (publicada a fines del pasado mes de septiembre por la Organización Internacional de Normalización – ISO) de la Norma ISO 9001, la cual nos brinda una seria de requisitos para la implantación de un Sistemas de Gestión de la Calidad (SGC) hoy presente en más de 160 países y con un total, al 2014, de 1.138.155 organizaciones certificadas, liderando este ranking China, Italia, Alemania, Japón e India.
La nueva Norma ISO 9001:2015 es una herramienta que nos permite visualizar todos los aspectos que hacen al desarrollo y fortalecimiento de una organización, dado que en cada uno de sus capítulos aborda cuestiones de implicancia para tal fin, como son: el análisis del contexto organizacional (interno y externo); el liderazgo en la organización; la planificación; el apoyo documental, del personal, de la infraestructura y del medioambiente para los procesos; el desarrollo de las operaciones (desde la planificación de un proceso para la realización de un producto/servicio hasta la relación post-entrega con el cliente y/o con el producto/servicio); la evaluación del desempeño; y la mejora del Sistema de Gestión de la Calidad.
Con lo cual, queda en evidencia, de que esta herramienta se torna una “columna vertebral” para el fortalecimiento competitivo de la MiPyMe y en un “eje disparador” para la mejora continua de la misma. Dado que, como suelo aclarar en cada una de las capacitaciones, el lograr implementar un SGC no significa llegar a un fin, sino llegar al punto cero, en donde tomamos la “peor foto” de la organización y desde ese hito, año a año, vamos a ir mejorando.
Cabe recordar, y asociar, que una de las principales debilidades del sector MiPyMe, en mayor o menor medida y por razones entendibles, es la falta de planificación, lo cual no permite una visión estratégica en el largo plazo y nos limita a dar respuestas parciales en el corto plazo sin definiciones ni estrategias en un horizonte de planeamiento definido. Esta debilidad del sector permite ser desarrollada desde la nueva versión 2015 a través del análisis del contexto y de la gestión del riesgo, la cual se ve claramente reflejada en dos de sus capítulos (4. Contexto de la Organización y 6. Planificación).
Evidentemente esta nueva edición de la Norma, la cual recordemos puede ser aplicada a cualquier tipo de organización (pública, privada, con o sin fines de lucro, de servicios y/o productos, con un personal ocupado o con millones), se transforma en una excelente alternativa para el desarrollo y fortalecimiento de las empresas del mundo.
Esta cuestiones, hoy descriptas como falencias, nos permiten trabajar en conjunto y comprometidos a favor de la MiPyMe y en beneficio de todos nosotros.
En fin, tenemos una nueva alternativa avalada en el mundo por más de un millón trescientas mil organizaciones, que contempla todos los factores que hacen al desarrollo y fortalecimiento de la MiPyMe; hoy es el momento de que cada uno de los jugadores aporte su “granito de arena”, dejando de pensar en los beneficios financieros del corto plazo y madurando el verdadero crecimiento de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa.