De acuerdo a cifras del Ministerio de Educación, existen cerca de 350 mil profesores dedicados a la Educación de Párvulos, Educación Básica y Media en Chile, una cifra importante de profesionales que se han visto exigidos por las circunstancias actuales de clases virtuales e híbridas, que entre otros aspectos han abusado de su voz. El reciente 16 de abril se celebró el Día Mundial de la Voz, poniendo en relevancia un importante debate acerca de la salud vocal en los educadores.
En opinión de Felipe Cerda Sandoval, Magister en Fonoaudiología y académico de la Carrera de Fonoaudiología UC, “ 3 de cada 4 profesores han sufrido un trastorno vocal a causa de su uso en el desempeño de clases, y esa cifra representa un 30% más que en el año 2004. Estos antecedentes nos obligan a plantearnos grandes y nuevos desafíos, tanto a los profesionales fonoaudiólogos especialistas en el área de la rehabilitación y prevención de los trastornos de la voz, como también a las diferentes instituciones gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con las seguridad y salud en el trabajo, y en particular relacionados con el Magisterio”.
Para el especialista, las estructuras corporales productoras de la voz -llamados pliegues vocales-, requieren de complejos procesos neurológicos, cognitivos, físicos y biomecánicos para generar un sonido, que al que vibrar se golpean aproximadamente 250 veces por segundo promedio en una mujer y 140 veces en un hombre.
Si bien los trastornos de la voz son multifactoriales o multietiológicos, una de las causas más frecuentes de la disfonía es el trauma mecánico por alta repetitividad o intensidad de las colisiones al vibrar, generando alteraciones tanto estructurales como funcionales sobre los pliegues vocales, provocando estragos sobre la calidad acústica de la voz, afectando a su audibilidad y a la comprensión del mensaje entregado a nuestros interlocutores.
“Cuando la voz se enferma a causa del uso y directa ejecución de la actividad profesional, esta será considerada una enfermedad laboral o Disfonía Ocupacional. Los profesionales de la voz, particularmente Profesoras y Profesores, están constantemente expuestos a agentes de riesgo vocal laboral generadores de trauma mecánico, enfermando sus pliegues vocales e impidiendo que puedan realizar con normalidad sus clases junto a sus estudiantes, por lo tanto, son el grupo de profesionales de la voz mayormente vulnerables a sufrir esta enfermedad ocupacional”, sostiene el fonoaudiólogo.