Hoy, cada día más, los inversionistas consideran las variables de sostenibilidad, al evaluar sus inversiones. Esto, porque han existido muchos casos en el mundo, de empresas rentables, que por factores de colusión, corrupción o impactos negativos en el medioambiente o en las comunidades, han visto afectado su prestigio, lo que ha tenido un fuerte impacto en la destrucción o disminución de valor de su marca y los consiguientes riesgos y resultados económicos negativos.
A nivel global, por cuarto año consecutivo el CEO de BlackRock, Larry Fink, hizo un llamado a las empresas a considerar en sus estrategias de largo plazo el desarrollo sostenible.
En un potente mensaje, Fink señaló a los directores de las principales compañías del mundo, que hoy no basta con buscar la rentabilidad para los inversionistas, sino que es fundamental que ésta se proyecte en una operación que integre una conducta ética, respetuosa del medioambiente, considerada con sus empleados y bien relacionada con las comunidades donde se instala.
El concepto de “Inversión Responsable” reconoce explícitamente la importancia para el inversionista de factores Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo y el impacto de estos factores en el largo plazo, sobre las decisiones de inversión y la estabilidad del mercado en su conjunto. También reconoce que la generación de retornos sostenibles a largo plazo depende del buen funcionamiento y estabilidad en estos aspectos, así como también de los resultados económicos.
En cuanto a los mercados financieros, hoy en día, los inversores invitan a las empresas, a ser más transparentes y responsables. En los mercados de capitales, los grandes inversores evalúan el desempeño de las empresas en cuestiones relativas al comportamiento ambiental, social y de gobernanza corporativa.
Por ejemplo, consideran asuntos relacionados con el cambio climático, el agua, los derechos humanos o la lucha contra la corrupción ya que estos pueden contribuir a la capacidad de las empresas para crear valor. Las compañías que gestionan de forma proactiva los riesgos y las oportunidades de los factores ASG aseguran de mejor manera, su rendimiento financiero a largo plazo.
Esto las hace más atractivas para invertir en ellas, contribuyendo a construir un mercado fuerte y justo. En síntesis, invertir en sostenibilidad sin duda contribuye a crear sistemas económicos más estables y prósperos.
En relación a esta temática, Pacto Global de Naciones Unidas, está incentivando a las empresas, a adoptar un enfoque holístico para evaluar y abordar los posibles riesgos y oportunidades ASG. Pacto Global está animando a las empresas a integrar estos factores en sus operaciones e inversiones, fomentando el intercambio de información con otros actores del mercado de capitales mediante el desarrollo de una serie de herramientas, tales como el Modelo Conductor de Valor, y las plataformas de colaboración, como el Global Compact LEAD.
Los inversores, por su parte, cada vez más irán comprendiendo e incorporando los ámbitos ASG en sus decisiones de inversión.
Algunas compañías en Chile, que tienen líderes de vanguardia en el tema de sostenibilidad, exigen a las organizaciones que dirigen, obtener buenos resultados, al mismo tiempo que, por ejemplo, se autoimponen metas, como puede ser: relleno sanitario 0 en un determinado número de años, lograr renovación de fuentes de energía, por renovables, puesta en marcha de procesos de compliance en su gobernanza, etc. Entonces, hay ejemplos claros de estos logros, en paralelo a la obtención de las metas de utilidades.
Hoy existe una señal muy potente, de incorporar los factores de sostenibilidad en las empresas que cotizan en bolsa. Además, existen organismos internacionales y organizaciones y consultoras que analizan los factores de riesgo asociados a la falta de sostenibilidad, visibilizando y comparando niveles de adopción de estas medidas por parte de la empresa, lo que se transforma en un incentivo para que las compañías reaccionen y tomen determinaciones para incorporar estos elementos.
Como Pacto Global Chile, nuestra misión es crear conciencia acerca de la inminente necesidad de incorporar la sostenibilidad en la vida de las empresas, del mundo público y de las personas.
Convencer a las compañías de que lograr una buena reputación a través de un “buen comportamiento”, resulta fundamental para ganar la confianza y el apoyo de todos sus grupos de interés. Hacer ver a las empresas, que solo a través de este modo de actuar lograrán que los consumidores y usuarios elijan sus productos, que el sector público apoye favorablemente sus proyectos, valorando su contribución y que sus empleados sientan “orgullo de pertenencia”, al trabajar en una organización donde se entiende la gestión en el ámbito de la sostenibilidad, se respeta a la persona y se retiene y desarrolla el talento.