Felipe Crowhurst, integrante de Corresponsables Chile, entrevistó al director ejecutivo del Sabin Center for Climate Change Law de Columbia University, Michael Burger, quien habló sobre los riesgos y oportunidades que el Acuerdo de París y otras regulaciones sobre cambio climático suponen para el mundo empresarial.
Michael Burger visitó Chile el 19 de abril para dar una charla sobre el impacto del cambio climático en el mundo de los negocios. El evento fue organizado por la sede en Chile del Columbia Global Center (CGC) y contó con la moderación y comentarios de Carlos Finat, Director Ejecutivo de ACERA.
En este contexto, Corresponsables Chile aprovechó de conversar con Michael Burger sobre los desafíos que deben enfrentar los gobiernos y los actores privados para cumplir con los requerimientos medioambientales y climáticos del Acuerdo de París.
El Acuerdo de París (AP) es el instrumento internacional de gobernanza del cambio climático más relevante de los últimos años. ¿Podría partir comentándonos cuáles son los principales objetivos del AP? ¿Crees que sus metas son suficientes para detener el calentamiento global?
El Acuerdo de París pretende mantener el calentamiento global “muy por debajo” de los 2 grados centígrados y compromete a las naciones a realizar más esfuerzos para alcanzar el límite de los 1,5 grados centígrados. La implementación del Acuerdo de París se basa en un enfoque ascendente. Esto significa que cada país se compromete a contribuir con este objetivo global a través de políticas y medidas determinadas a nivel nacional.
La única sanción por incumplimiento del Acuerdo del París es la vergüenza del fracaso. ¿Es esto suficiente? Tenemos que esperar que así sea.
¿Qué países y sectores de la economía lideran la carrera contra el cambio climático?
Por el momento, Marruecos es el único país que cuenta con una contribución determinada a nivel nacional (Nationally Determined Contribution o NDC, por sus siglas en inglés) coherente con el objetivo de 1,5 grados Celsius. Sólo otros tres países tienen NDCs consistentes con el objetivo de 2 grados Celsius.
No obstante, sería un error insistir en que estos países son los únicos líderes en materia de cambio climático. Otros países están desarrollando estrategias de mediano y largo plazo para descarbonizar profundamente sus economías, las cuales pueden ayudar a informar futuras iteraciones de sus NDCs. Por otra parte, los gobiernos subnacionales, incluyendo las ciudades, están llevando a cabo sus propios planes en conjunto con los sectores corporativos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la capacidad de adaptación y la resiliencia al cambio climático.
Su investigación y activismo se centra en los riesgos y oportunidades que el AP representa para las empresas. ¿Podría explicarnos cuáles son los principales riesgos y oportunidades?
El cambio climático plantea múltiples riesgos y oportunidades para las empresas. Los riesgos incluyen el riesgo actual y futuro de regulaciones sobre cambio climático; el riesgo de demandas y litigios; el riesgo de que la transición a una economía con bajas emisiones de carbono deje obsoleto a un modelo de negocio; y el riesgo que los impactos climáticos suponen para la infraestructura, las operaciones y las cadenas de suministro. Las oportunidades incluyen el rápido desarrollo de industrias como la energía renovable, las tecnologías de transformación y el suministro de soluciones a los riesgos de los impactos climáticos, entre otras variables.
¿Cree usted que el mundo de los negocios es plenamente consciente de esos riesgos y oportunidades? ¿Cómo han respondido las empresas?
Como en todas las cosas hay líderes y rezagados. Algunos inversores y empresas han respondido abordando directamente los riesgos y/o tratando de aprovechar las oportunidades que generan los negocios. Otros parecen haber “metido la cabeza en la arena” y algunos se aferran obstinadamente a sus creencias personales para resistir el cambio.
Desde su punto de vista, ¿cuáles son los desafíos que deben enfrentar las empresas para cumplir con los acuerdos climáticos a nivel nacional e internacional?
Las empresas pueden ver la transición energética y la reinvención de la planificación empresarial como una oportunidad en vez de un reto o desafío. Los emprendedores sociales, innovadores verdes e inversores de impacto están a la vanguardia de esta revolución. Al mismo tiempo, la necesidad de descarbonizar nuestras economías a través de estrategias de baja emisión de carbono o “emisión cero” plantea un profundo desafío a algunos sectores de la industria de los combustibles fósiles, los sectores manufactureros, el transporte, entre otros. Estas empresas pueden cooperar para encontrar soluciones tecnológicas y de políticas o continuar retrasando la acción por el cambio climático.
Para que las empresas puedan ayudar a los países a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y cumplir con el creciente número de leyes nacionales que implementan los compromisos climáticos contraídos en virtud del mismo instrumento internacional, la tendencia tendrá que ser hacia la cooperación y no hacia el retraso.
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* La entrevista fue traducida y adaptada del inglés al español por Felipe Crowhurst Pons.