En lo que respecta a los avances de los últimos años en nuestro país, cabe destacar que hay un grupo consolidado de empresas en donde los aspectos que mide, ya por tercer año consecutivo, la Agenda de Líderes Sustentables 2020 (ALAS 20), iniciativa desarrollada por GovernArt, como son la sustentabilidad, gobiernos corporativos, relaciones con inversionistas e inversiones responsables, están insertos en el ADN de éstas y se enfocan bajo una mirada estratégica.
Lo anterior se puede apreciar al observar los nombres de las compañías que sistemáticamente han aparecido en los rankings de las distintas categorías durante estos tres años del estudio de líderes sustentables de Chile, las cuales, entre otras características, son prácticamente todas multilatinas, al operar en diversos mercados en la región, y muchas de ellas transan sus acciones y bonos no sólo en la bolsa local, sino que en bolsas internacionales, como la bolsa de Nueva York o de Madrid.
Por el lado de los desafíos que cabe destacar, está el hecho de que a estas alturas sería deseable que se ampliara el portafolio de empresas que muestre un interés estratégico por la sustentabilidad, gobiernos corporativos, relaciones con inversionistas e inversiones responsables, dado que existe un número no menor de compañías que claramente, teniendo la potencialidad y tamaño para calificar positivamente en estos aspectos, no se ha ocupado en serio de estos aspectos.
Asimismo, hay categorías, como la de empresas líderes de investigación en sustentabilidad, en donde los bajos puntajes obtenidos por las compañías son un síntoma ya sea de una real debilidad en esta relevante variable para los inversionistas y/o de una inadecuada capacidad de comunicación al mercado por parte de éstas.
En un contexto competitivo, tanto local como regional, cada vez más exigente, no cabe duda que crecientemente se va a ir produciendo una transformación en la aplicación de las buenas prácticas por parte de las empresas en los ámbitos de sustentabilidad e inversiones responsables, en donde estas variables pasarán de ser una fuente de ventaja competitiva para ser una condición sine qua non para poder pensar siquiera en poder ser consideradas como compañías potencialmente invertibles por parte de los cada vez más exigentes inversionistas. Luego, el momento para subirse al carro de la sustentabilidad e inversiones responsables es ahora.