¿Cómo ha sido acogido en Chile el Pacto Global?
La acogida en nuestro país ha sido bastante positiva, llegando hoy la red local a contar con más de 70 empresas adheridas. Éstas participan activamente en todas las instancias, como el Comité Ejecutivo y las comisiones de trabajo de cada área, y reciben capacitación acerca de nuevas herramientas para la elaboración de sus reportes anuales, como también tienen la oportunidad de compartir buenas prácticas e intercambiar conocimiento.
Otro aspecto que ha sido destacado por las empresas adheridas es el Sistema de Integración de los Principios de Pacto Global (SIPP), una metodología creada por nuestra red local para generar una dinámica estructurada en la evolución desde la teoría a la práctica, para apoyar a las empresas adheridas a implementar los principios en materia de derechos humanos, relaciones laborales, medio ambiente y anticorrupción.
Este programa se ha transformado de manera paulatina en una herramienta práctica que sigue un ciclo lógico, completo, evolucionando en etapas más complejas, lo que ha sido reconocido ampliamente por las compañías adheridas y entidades académicas.
¿Cuáles son las expectativas a medio plazo de la Red Pacto Global Chile?
Creo que al finalizar este año ya hemos cumplido una etapa en la que hemos alcanzado una masa crítica de empresas y organizaciones comprometidas férreamente con la causa y que tienen una voz conjunta frente a la opinión pública, habiendo contribuido a liderar la responsabilidad social en el país.
Como etapa a seguir, corresponde ahora realizar acciones en conjunto en alianzas entre empresas, gobierno, fundaciones y entidades académicas, emprendiendo proyectos, con sinergia, de mayor alcance e impacto en la sociedad, incluso traspasando las fronteras. Hasta ahora, nos habíamos concentrado, prioritariamente, en difundir los Diez Principios del Pacto Global y en crear conciencia de éstos, pero hemos concluido, después de trabajar cinco años en esta línea, que la etapa que sigue es poner en marcha proyectos, en conjunto con distintas instituciones, que permitan materializar estos principios, produciendo efectos concretos en la sociedad.
Nuestra gran aspiración es poder llegar a aportar en las políticas públicas del país, desde la visión de las empresas y organizaciones que constituyen la Red Pacto Global Chile. En ese sentido, ya lo estamos llevando a cabo al ser miembros del Consejo de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible, el cual es liderado por el Ministerio de Economía.
¿Las empresas ven como un atributo que genera valor incorporar el concepto Sostenibilidad o sigue siendo un atributo diferenciador de su competencia?
Según el estudio publicado por Forum Empresa, las empresas se están moviendo desde las buenas intenciones a acciones significativas. No obstante, mientras que el 65% de los signatarios de Pacto Global se comprometen con la Sostenibilidad en el nivel del gerente general, sólo el 35% son responsables de formación para integrar la Sostenibilidad en la estrategia y operaciones. No obstante, a pesar de estas cifras, falta mucho por hacer.
Asimismo, las empresas están buscando más allá, encaminando a la sociedad sobre cuestiones de Sostenibilidad, debido a que entienden que todos se benefician de un mundo mejor. Hoy en día, el 70% de las empresas del Pacto Global está avanzando los objetivos y temas generales de la ONU, alineando su estrategia de negocio con el concepto ‘verde’.
¿Cuáles son las principales carencias que tienen hoy las empresas a la hora de incorporar el concepto de Sostenibilidad en sus procesos?
Un estudio reciente desarrollado entre Accenture y el Pacto Global de las Naciones Unidas, señala que más de dos tercios de los ejecutivos (67%) cree que las empresas no están haciendo lo suficiente para hacer frente a los desafíos globales de Sostenibilidad e integrarlos en su estrategia de negocio. No obstante, la proporción que describe la Sostenibilidad como “algo muy importante” ha caído del 54% al 45%.
¿A qué se debe esta baja?
La investigación detectó obstáculos ligados a la falta de recursos financieros sumados a la dificultad para vincular la Sostenibilidad con el valor del negocio. Este último aspecto es un tema no menor, dado que es el indicador que va más rápido en aumento. En 2007, fue elegido por un 18% frente al 30% en 2010. Este año, el 37% de los directores ejecutivos mencionaron este factor.
Otra cifra importante –que está ligada a la actividad productiva o de servicios– es que sólo un 38% cree que puede cuantificar con exactitud el valor de Sostenibilidad en el negocio. En este sentido, el real desafío para revertir la disminución del interés de la Sostenibilidad por parte de las compañías está estrechamente ligado a integrarlas al foco del negocio de éstas.
¿Considera productivo el esfuerzo de las compañías por confeccionar y presentar sus reportes?
Debemos entender que las empresas reconocen la relevancia y el impacto de la Sostenibilidad en sus negocios. Pese a esto, cabe citar el Informe de Sostenibilidad Corporativa 2013 desarrollado por Global Compact, el que muestra una clara diferencia entre lo que las empresas ‘dicen’ y lo que ‘hacen’ realmente. En ese sentido, los avances han sido lentos y el crecimiento de manera escalonada. Según un informe presentado por Forum, el 51% de las grandes compañías en Latinoamérica están reportando, cifra que durante 2010, en el mismo estudio mostraba que estaba en un 49%.
Un reporte público es una radiografía completa y exhaustiva del comportamiento de las compañías, abierta a ser conocida por los distintos grupos de interés y por el público en general. Sin duda que no siempre abarca absolutamente todos los aspectos, pero es notable observar que se han comenzado a incluir en ellos temas antes considerados ‘conflictivos’, explicándose en mayor profundidad sus orígenes y posibles soluciones alternativas, con su causa y efecto.
En este sentido, el balance es muy positivo, ya que contar con esta transparencia en la información, en muchos casos, auditada, ha sido el resultado de las exigencias del sector en que se enmarca la empresa y de la opinión pública en general, que hoy día interviene con más fuerza en las decisiones que puedan afectar a las personas, ya sea por formas inadecuadas de extracción de recursos naturales, como de negligencias, omisiones, francas afrentas a la preservación del entorno u otros factores.