Así, lo que inspira a un emprendedor es precisamente su total convicción que el producto o servicio que crea mejora la calidad de vida de las personas y contribuye también al bien común.
Este planteamiento está en la esencia de la RSE, pero no de una Responsabilidad Social cualquiera, sino que de una inspirada y motivada para servir a las personas, guiada por una imagen integral de éstas y que respete todas las dimensiones de su ser (material, espiritual, social, entre otras) . En esta concepción, por lo tanto, el éxito empresarial consiste en la habilidad para identificar y satisfacer oportunamente las necesidades y exceder las expectativas de todos los stakeholders o grupos e interés.
Es decir, la capacidad para contribuir al desarrollo integral “de todos los hombres y de todo el hombre”, usando la expresión del Papa Pablo VI. De todos los hombres, porque una empresa no puede ser exitosa si no contribuye al desarrollo de la comunidad en que opera y que, de una u otra forma, se verá afectada por su actividad empresarial. Y del desarrollo integral de todo el hombre, en el sentido de que los diferentes niveles de desarrollo del individuo crezcan de la mano y no uno en desmedro del otro. Bajo esta perspectiva, por ejemplo, el trabajador aspira no sólo a una remuneración, sino que busca también enfrentar nuevos desafíos que le impulsen a crecer. Busca hacer un aporte a la sociedad cumpliendo una misión trascendente en este mundo, dando sentido a su trabajo y teniendo la oportunidad de desplegar sus habilidades y talentos en beneficio de la sociedad y de ser felices.
Esto significa concebir a la empresa como una comunidad de personas. Un grupo humano que aúna talentos, conocimiento y voluntad hacia un objetivo común. Valorar a la persona y ponerla al centro del negocio, no sólo redundará en una mayor productividad sino también garantizará la Sostenibilidad de la empresa en el largo plazo.
En resumen, esta mirada de la RSE permitirá liderar organizaciones que conjuguen una alta productividad con un alto grado de humanidad.