BASF, empresa química relevante a nivel mundial, está gestionando un programa de RSE y sustentabilidad, cuyo objetivo principal es mejorar las condiciones para que el picaflor recupere sus poblaciones históricas y contribuya a mejorar la calidad de vida de los isleños del archipiélago Juan Fernández, al reducir la población de vectores de enfermedades para humanos y animales.
Los parques de esta isla están considerados a nivel como áreas con mayor peligro de extinción para algunas especies, es por ello que este proyecto está destinado a preservar el equilibrio biológico del lugar. Estas medidas son adoptadas especialmente para la sobrevivencia del picaflor rojo, especie única en el mundo que se encuentra en peligro de extinción y amenazada por el gato doméstico.
Christian López, concejal de Juan Fernández y parte de la ONG OIKONOS, destaca la labor realizada por BASF: “La compañía nos ha apoyado con toda su experiencia en el control de plagas responsable, lo que a su vez nos ha permitido disminuir la cantidad de gatos en las casas y en las calles”.
De igual modo, Karin Willeke, Consultora de Responsabilidad Social de BASF destaca que “este tipo de proyectos nos demuestra que trabajando de una manera sostenible se logran resultados mucho más gratificantes y que permiten un crecimiento equilibrado. Fomentar y apoyar este tipo de actividades es para BASF un pilar fundamental que tiene como fin el bien común de la sociedad, de nuestro país y de las futuras generaciones”.