El ambicioso proyecto de transmisión eléctrica HVDC Kimal-Lo Aguirre, clave para la transición energética de Chile, dio un paso significativo al presentar la Adenda 1 ante el Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA). Este documento responde a observaciones técnicas y ciudadanas, marcando ajustes en trazado, reducción de impacto territorial y la adopción de altos estándares internacionales de sustentabilidad.
La línea de transmisión, de 1.346 kilómetros, conectará Antofagasta con la Región Metropolitana, transportando hasta 3.000 MW de energía renovable. Esto equivale al 25% de la demanda diaria del Sistema Eléctrico Nacional, con menores pérdidas energéticas gracias a la tecnología HVDC, ideal para fuentes eólicas y solares. Entre las modificaciones presentadas destacan la disminución de estaciones repetidoras y una reducción de 100 hectáreas en obras permanentes y temporales.
Sebastián Fernández, gerente general del proyecto, destacó: “La transición energética debe equilibrar sostenibilidad, biodiversidad y aceptación social, cumpliendo estándares globales como los Principios de Ecuador y las Normas IFC”. Además, enfatizó el rol del proyecto en las metas de carbono neutralidad de Chile.
Con una inversión de 1.480 millones de dólares y la generación de más de 6.000 empleos en su fase peak, la iniciativa también asegura la participación comunitaria bajo las directrices del Acuerdo de Escazú. Este desarrollo no solo garantizará un suministro eléctrico más estable y eficiente, sino que refuerza el compromiso de Chile con una matriz energética sostenible y resiliente.
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