Desde el año 2000, el sector empresarial global ha estado colaborando de manera organizada con los objetivos de las Naciones Unidas, gracias a una iniciativa lanzada por el entonces Secretario General Kofi Annan durante el Foro Económico Mundial. Annan hizo un llamado a las empresas para participar en la creación de un mercado mundial más inclusivo y sostenible. Esta iniciativa, conocida como el “Pacto Mundial” o “Global Compact”, comenzó con un grupo reducido de participantes, pero ha experimentado un crecimiento exponencial, convirtiéndose en una plataforma clave para promover la sostenibilidad corporativa a nivel global.
El Pacto Mundial surgió como una respuesta a la necesidad de establecer un marco común que conectara a las empresas con los retos globales bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. Desde su fundación, ha funcionado como un punto de encuentro entre el sector privado, las agencias de la ONU, la sociedad civil y los gobiernos. Hoy en día, cuenta con más de 21,000 empresas y cerca de 3,800 organizaciones no empresariales de 162 países, incluyendo universidades. Este notable aumento en la participación, que ha crecido un 60% en los últimos años, se debe en gran parte a los esfuerzos de concientización liderados por Antonio Guterres y al compromiso de grandes grupos empresariales con respecto a desafíos estratégicos como el cambio climático, la crisis energética, los conflictos bélicos y las emergencias sanitarias, los cuales tienen un impacto directo en la producción, el empleo, las cadenas de valor y el comercio internacional.
Las empresas adheridas al Pacto Mundial se comprometen a seguir diez principios universales en cuatro áreas esenciales: derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción. Estos principios se inspiran en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Declaración de la OIT sobre derechos laborales, con el objetivo de guiar a las empresas hacia una gestión ética y sostenible en sus operaciones globales.
En cuanto a los derechos humanos, el Pacto Mundial establece que las empresas deben apoyar la protección de los derechos humanos internacionales y evitar complicidad en abusos. En el ámbito de las normas laborales, se promueve la libertad de asociación, la eliminación del trabajo forzoso e infantil, y la lucha contra la discriminación en el empleo. En relación con el medio ambiente, se insta a las empresas a adoptar un enfoque preventivo frente a los desafíos ecológicos, promover la responsabilidad ambiental y apoyar el desarrollo de tecnologías sostenibles. Finalmente, en la lucha contra la corrupción, el compromiso es combatir todas las formas de corrupción, incluyendo el soborno y la extorsión.
Con la próxima Cumbre del Futuro que se llevará a cabo en Nueva York y la firma de un “Pacto por el Futuro”, el Global Compact está desarrollando iniciativas que fomentan la colaboración entre el sector privado, los gobiernos y la sociedad civil, con un enfoque especial en avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Actualmente, el cumplimiento de los ODS está en solo un 17% en relación con la meta de 2030. Durante la cumbre, se realizará el “Foro del Sector Privado“, donde líderes empresariales, jefes de Estado y representantes de la ONU discutirán cómo superar barreras y aprovechar oportunidades para acelerar el progreso hacia los ODS, abordando temas como la transformación digital, la sostenibilidad financiera y los desafíos geopolíticos, con el objetivo de fortalecer las alianzas entre el sector público y privado.
El “Pacto por el Futuro” incluirá un “Compromiso Digital Global” que enfocará en la gobernanza digital, la ciberseguridad y el acceso universal a tecnologías digitales para reducir la brecha digital y promover la inclusión tecnológica. También se suscribirá un acuerdo sobre las Futuras Generaciones, que se compromete a proteger los derechos de las generaciones futuras frente a la degradación ambiental y los conflictos. Estas propuestas buscan asegurar que las decisiones corporativas actuales tengan un impacto positivo a largo plazo, promoviendo un desarrollo económico sostenible para todos los actores sociales y las futuras generaciones.
En Chile, 209 empresas ya forman parte del Global Compact, organizadas en el capítulo local. Se espera que, con el impulso de la Cumbre del Futuro, más empresas chilenas se adhieran a esta iniciativa y se alineen con los principios del Pacto, especialmente en términos de derechos humanos, laborales y lucha contra la corrupción. Según Vivian Budinich del Comité Ejecutivo del capítulo chileno, se han definido cinco áreas clave de acción para acelerar el progreso en los 17 ODS: igualdad de género, acción por el clima, salario digno, resiliencia hídrica y finanzas e inversión. Estas áreas están diseñadas para que el sector privado pueda tener un impacto significativo y rápido hacia 2030.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.