El año 2025 trae consigo retos y oportunidades críticas en sostenibilidad ambiental, marcados por la urgencia de actuar frente al cambio climático y la escasez de recursos. La digitalización energética, la economía circular, la innovación tecnológica, las alianzas público-privadas, la energía nuclear y la gestión hídrica figuran entre las principales tendencias que transformarán la manera en que enfrentamos estos desafíos. “La sostenibilidad ambiental implica mucho más que reducir el impacto climático; es construir resiliencia para que comunidades e industrias puedan adaptarse y prosperar”, señala un informe reciente.
Entre los avances, destaca la digitalización de la red energética, donde la inteligencia artificial promete mejorar la eficiencia y confiabilidad, una necesidad inminente frente a una sociedad cada vez más conectada. Paralelamente, la economía circular busca frenar el alarmante crecimiento de residuos electrónicos, diseñando productos duraderos y modulares que fomenten el reciclaje y reduzcan desperdicios. Según la ONU, los desechos electrónicos podrían alcanzar 82 millones de toneladas para 2030.
La innovación se posiciona como un motor clave, con inversiones en energía limpia que superarán los 900 mil millones de dólares anuales para 2030, mientras que las alianzas público-privadas refuerzan soluciones en economías emergentes. “La colaboración es esencial para escalar esfuerzos locales y nacionales hacia un impacto global significativo”, destaca un informe del Foro Económico Mundial.
Por otro lado, la energía nuclear resurge como alternativa para satisfacer la creciente demanda energética sin emisiones de carbono, mientras que la inseguridad hídrica pone en la agenda global la necesidad de innovación en gestión del agua, especialmente ante el uso intensivo de este recurso por la inteligencia artificial. En este contexto, la resiliencia comunitaria se perfila como una prioridad para garantizar acceso equitativo a infraestructura crítica y tecnológica, reduciendo brechas de conexión.
Con estas tendencias, 2025 ofrece una oportunidad decisiva para liderar con intención, adoptar soluciones integrales y empoderar a las comunidades, asegurando un futuro más sostenible y equitativo para todos.