Abbott, en su compromiso con la preservación del medio ambiente y la gestión responsable del agua, logra la distinción de ser el primer sitio de la industria del cuidado de la salud y uno de los cuatro en el sector industrial en Chile en recibir la certificación Core Level de la Alianza para la Gestión del Agua (AWS). Este hito representa la sexta planta a nivel mundial de Abbott que alcanza la certificación AWS.
La certificación de la Alliance for Water Stewardship (AWS) indica el compromiso de Abbott con la mejor gobernanza del agua, equilibrio sostenible, buena calidad del agua, conservación de áreas hídricas, y acceso a saneamiento e higiene. La AWS, una asociación global, trabaja con empresas y organizaciones para proteger los recursos hídricos compartidos a través del Estándar Internacional de Gestión del Agua.
Chile, catalogado entre los 25 países con niveles extremadamente altos de estrés hídrico según el World Resources Institute (WRI), destaca la importancia de la planta de fabricación de Abbott en Chile. Esta instalación de última generación abastece una extensa gama de medicamentos de alta calidad, contribuyendo a la salud de la población chilena y de otras naciones de América Latina.
“El agua es importante para todos. Es esencial para mantener vidas y comunidades saludables. En nuestra planta de fabricación, dependemos de los recursos naturales para suministrar productos que ayuden a personas de todo el mundo a llevar una vida sana y plena”, comentó Roberto Sutelman, Gerente General de Abbott en Chile. “Nos comprometemos a gestionar de forma eficiente y responsable nuestro uso del agua dondequiera que trabajemos, para minimizar nuestro impacto y colaborar con otros para proteger este precioso recurso para nuestras familias y comunidades, ahora y para las generaciones futuras.”
La labor de Abbott en Chile se enmarca en su iniciativa global para salvaguardar la salud del medio ambiente en todas sus operaciones y con sus socios clave. El Plan de Sustentabilidad 2030 de Abbott establece objetivos ambiciosos para reducir emisiones de carbono, conservar agua, minimizar el impacto ambiental de envases y disminuir residuos, con la meta de beneficiar a 3.000 millones de personas anualmente para 2030, contribuyendo así a forjar un futuro sostenible a través de una mejor salud.
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