Desde el año 1999, Corporación Ciudad Accesible trabaja para difundir la accesibilidad universal en Chile, un tema difícil de hacer visible. Hasta que no sientes que el diseño de la ciudad te falla y limita, no percibes la enorme cantidad de barreras que existen a tu alrededor.
En mi caso, fue la experiencia de ser madre de dos hijos en silla de ruedas, lo que me llevó a pasar de un entorno que nunca me había puesto problemas a sentir que vivíamos en una ciudad hostil y discriminadora.
Entiendes que los grandes problemas no están en las personas con discapacidad sino en el ambiente físico que agrava y limita sus capacidades y les impide o complica realizar cada actividad diaria.
Hoy en día el problema no es exclusivo de las personas con discapacidad. Todos estamos “temporalmente capacitados” para movernos libremente por la ciudad, para acceder y hacer uso de un edificio, para usar el transporte público o comprender fácilmente la información.
Nuestros países envejecen, la expectativa de vida aumenta y la calidad de vida a secuelas de accidentes o al solo hecho de moverte con un coche de niños o estar con una lesión temporal estará determinada por cuán accesibles son nuestros entornos. La accesibilidad define si nuestra casa nos sirve, si podremos desplazarnos por las veredas o continuar con nuestro trabajo o iniciar la búsqueda de alguno donde el lugar se adapte a mi nueva condición, si podré continuar mis estudios, etc.
La accesibilidad universal debe entenderse como una necesidad social y los estados velar porque cada iniciativa o proyecto considere esta variable. Ciudades y entornos más accesibles pueden disminuir el grado de discapacidad de las personas, algunas veces hasta hacer desaparecer la discapacidad, extender la autonomía e independencia, hacer ciudades más seguras y confortables, cualidades de las que se benefician todos sus habitantes.
Vivir situaciones de (in)accesibilidad en Chile durante los últimos 30 años da argumentos para concluir que hemos avanzado pero nos falta calidad en las soluciones. Se sigue incluyendo la accesibilidad como un componente adicional y no como un criterio de diseño. La normativa de urbanismo y construcciones (OGUC) incorporó en marzo de 2016 una serie de nuevas condiciones que deben cumplir los edificios y espacios públicos del país.
Se introdujo el concepto de “ruta accesible” para conectar circulaciones tanto en el exterior como en el interior de las edificaciones y se exige la entrega de un expediente de accesibilidad para asegurar previamente que se incorporaron las nuevas exigencias.
Estos dos requisitos debieran marcar la diferencia en las construcciones posteriores al año 2016 en el país.
Las grandes deudas pendientes y que afectan transversalmente a toda la población, son los problemas de accesibilidad en las veredas y en el transporte público. Debemos avanzar en la construcción y reparación de veredas para adecuarlas en su totalidad a “rutas accesibles” y considerar la urgencia por incorporar transporte público accesible en las regiones del país. A meses de promulgarse una ley de inclusión laboral nos preguntamos cómo se movilizarán las personas con discapacidad a sus trabajos ante este escenario.
Hoy se busca volver a una ciudad a escala humana, asoman conceptos de ciudad inteligente, ciudad justa o ciudad sustentable pero no siempre ponemos el foco en un diseño de ciudad que sirva desde su infraestructura a todos sus habitantes.
Podremos decir que somos “inclusivos” si somos “accesibles”… al revés no funciona.
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Corporación Ciudad Accesible genera material y difusión de accesibilidad, además de asesorar a empresas, instituciones y oficinas de arquitectura que deseen avanzar en esta materia. www.ciudadaccesible.cl [email protected] @ciudadaccesible