Estas cifras golpean justamente al segmento socioeconómico y etario al cual, como país, estamos en la obligación de proporcionarle la mayor cantidad de oportunidades.
En ese escenario es legítimo preguntarse qué estamos haciendo, y cómo, para no seguir profundizando la misión que tenemos como sociedad con los jóvenes, quienes están en el momento preciso para poder hacer un cambio en sus vidas si alguien les abre la puerta hacia la movilidad social. Y para quienes, si esa puerta no se abre, simplemente no hay futuro.
No puede ocurrir que la frialdad de los números nos desconecte de la dimensión humana que tiene la realidad de un joven que no puede acceder a un trabajo.
Como empresa no bajaremos los brazos y seguiremos poniendo en marcha aquellas iniciativas que nos han convertido en el principal empleador juvenil del país. Y es que estamos preocupados de mucho más que los números.
Más del 90% de nuestros trabajadores tiene menos de 35 años y siete de cada 10 empleados complementa su empleo con estudios formales. ¿Por qué ocurre eso? Pues contamos con programas específicos para quienes aún están estudiando, otorgándoles la posibilidad de equilibrar el trabajo con su vida académica y familiar. También, porque, sin importar si este trabajo es el primero, es temporal, es una práctica o aspira a desarrollar una carrera profesional en McDonald’s, nos encargamos de potenciar las habilidades y competencias de cada uno de los jóvenes que trabajan con nosotros, entregándoles, por ejemplo, la oportunidad de recibir becas académicas para financiar sus estudios.
Es cierto que muchas veces somos el primer empleo. Y que, de ellas, en una gran proporción, se trata de un trabajo temporal. Pero es igualmente cierto que muchos jóvenes aprenden con nosotros normas y metodologías de trabajo, adquieren experiencia y siempre, tienen la oportunidad de crecer profesionalmente dentro de la misma compañía.
Muchos de nuestros líderes actuales comenzaron trabajando como empleados en la cocina, lo que no solo es motivo de orgullo para ellos sino también para nosotros.
Orgullo que también experimentamos debido a que, gracias a esta realidad, formamos parte de la Alianza NEO, una iniciativa liderada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para mejorar las condiciones de acceso al mercado laboral de los jóvenes en Latinoamérica.
Sin embargo, los números no mienten. Y, a pesar de los esfuerzos de todos los sectores, aún hay miles de jóvenes esperando que esa puerta se abra para poder dar un primer paso que será determinante en sus vidas. Y aquí estamos nosotros, dispuestos a ser ese agente de cambio.