Con la finalidad de vender medicamentos a precios más bajos, de implementar la ley de fraccionamiento que permite vender fármacos en la dosis recetada por los especialistas y buscando llegar a cerca de 50 comunas que aún no cuentan con expendio de fármacos, lo que provoca serios problemas de acceso a más de 300 mil personas en todo Chile.
Fueron esos atributos por los que Fracción se transformó en la primera farmacia en toda Latinoamérica en ser certificada como una Empresa B, es decir que cumple con la misión de buscar la rentabilidad económica, pero con el objetivo de solucionar problemas sociales, generando un triple impacto simultáneo: económico, social y ambiental.
Javier Vega, director ejecutivo de Fracción, comentó que “desde nuestros inicios tuvimos como foco el impacto social y buscar fórmulas innovadoras para buscar cómo disminuir un problema dramático para las personas de Chile y Latinoamérica que es el alto costo de los medicamentos producto de mercados altamente concentrados”.
El fundador de la startup agregó que “una parte importante del gasto de bolsillo destinado a salud de las comunidades se utiliza en fármacos, por lo que apostamos por buscar un modelo colaborativo en el que derribemos barreras económicas y geográficas, pero también pensando en el medioambiente con el uso más racional de medicamentos a través del fraccionamiento”.
Desde Sistema B Chile, Zdenka Astudillo, su directora ejecutiva señaló que: “es un orgullo que una iniciativa como farmacia Fracción sea parte de nuestra Comunidad B que cada día crece y se expande a regiones. Valoramos que las buenas prácticas se lleven a cada rincón del país y que, en este caso, sigamos acercando la salud a todas las personas”.
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