Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, celebración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hace más de 40 años. Particularmente el llamado de este año debido a la crisis del COVID-19, es a la solidaridad para conseguir que los alimentos lleguen a todos los rincones del planeta, especialmente a los más desfavorecidos por la pandemia y reconocer a aquellos héroes de la alimentación que plantan, cultivan, pescan o transportan los alimentos.
Pero lo cierto es que en el país se vive una preocupante realidad. Los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el año 2019 muestran que el 74% de la población adulta en Chile sufre sobrepeso u obesidad. Esto lo sitúa como el país de la OCDE con la tasa más alta de obesidad y sobrepeso, por encima de México y Estados Unidos. Y a eso se le suma deficiencias nutricionales entre la población.
No es ningún secreto que la mejor manera de prevenir la carencia de micronutrientes y fortalecimiento del sistema inmune es asegurar el consumo de una dieta equilibrada, pero muchas veces es necesario reforzar ya que, el estrés, poca luz solar, patógenos, infecciones, alimentos ultra procesados, carencias de ciertos nutrientes debido a diversas dietas, entre otros elementos afectan a la hora de cumplir con las dosis necesarias.
Es en este contexto. que la formulación de mezclas de nutrientes e ingredientes, cumplen un rol fundamental en la salul y nutrición de las personas a través de la fortificación de alimentos y bebidas. Esto se logra por ejemplo, con fórmulas nutricionales especiales, aplicaciones de nutrientes para lácteos, bebidas, pastas, barras de cereal, pan de molde, entre otros, lo que permite mejorar la nutrición y salud de las personas, independiente del grupo etario.
Como industria química y proveedores de materias primas, nuestro objetivo es lograr que los productos funcionales y vitaminas formen parte del lenguaje cotidiano de la población, y que, de esta forma, se conviertan en uno de los pilares para mejorar la calidad de vida de niños, adultos y tercera edad.