BASF Chile fue recomendada para la certificación de eficiencia energética ISO 50001: 2018 en su planta ubicada en Concón, convirtiéndose en la primera gran empresa química del país en obtenerla.
Desde fines de 2018, se encontraba en marcha en la planta el programa Triple E (Excelencia en Eficiencia Energética) que tiene por objetivo aumentar la competitividad de la compañía a través de la eficiencia energética, y alcanzar la mejora sostenible de los costos de energía y la reducción de los impactos ambientales y es la base para el proceso de certificación de la ISO 50001. Tanto la certificación como el programa están alineados con las metas globales de BASF de reducir el 40% de sus emisiones de gases de efecto invernadero por tonelada de producto vendido hasta 2020 y de aumentar la eficiencia energética de las unidades de América del Sur en un 7% para 2025.
“Este es un hito muy importante para nuestra compañía, como también para la comunidad en la que estamos insertos. La sostenibilidad es uno de los pilares de BASF, impulsando la mejora constante de nuestros procesos para la utilización eficiente de los recursos que ya están en uso en el proceso de producción”, señaló Nicolás Pizarro, gerente Sr. de Planta Concón BASF Chile. “Este logro indica que BASF ha mejorado significativamente su rendimiento energético, incluyendo la eficiencia, el uso y el consumo”, agregó Pizarro.
“Con el programa TripleE, y en alianza con la Universidad Estadual Paulista (UNESP), además de la ISO 50001, se llevaron a cabo análisis en profundidad de las instalaciones y equipos para implementar proyectos en siete unidades de BASF en América del Sur. Algunos de los resultados alcanzados desde el comienzo de TripleE incluyen 135 proyectos de eficiencia energética, con 3,9 millones de Euros de disminución de costos de energía. Estas oportunidades representan una mejora de reducción del consumo de energía de 62,6 GWh por año y en la generación de 10,9 mil toneladas de CO2eq por año “, compartió Patrick Silva, Director del Complejo Químico de BASF en Guaratinguetá e Infraestructura para América del Sur.
Para Felipe Schneider, gerente general de la compañía, la obtención de esta certificación “nos permite seguir por el camino de la sostenibilidad, haciendo buen uso de los recursos, de manera responsable y consciente con el medio ambiente y el entorno. Nuestro compromiso es crear química para un futuro sustentable, y ser la primera gran empresa de la industria en el país en recibir la recomendación, nos llena de orgullo”.
La ISO 50001:2018 ayuda a las empresas a establecer prácticas más eficientes y modernas en relación con la gestión energética y es una de las más importantes del segmento energético. Además de Concón, la compañía ya cuenta con certificaciones en sus plantas de Guaratinguetá, Demarchi y Camaçari, ubicadas en Brasil.
Recientemente BASF cumplió 25 años de aplicación de su estrategia global de sostenibilidad, reforzando su compromiso con el equilibrio que debe existir entre los intereses económicos, ambientales y sociales.