En el pasado deberán quedar, entonces, acciones de caridad o de buena voluntad con estos chilenos y chilenas, y muy especialmente aquellas discriminatorias respecto de su condición, para dar paso a un trato que los dignifique como las personas que son y que les dé la oportunidad de entregar lo mejor de sí en una labor remunerada que les permita mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
En McDonald’s Chile celebramos esta buena noticia. Y nos sentimos parte de todas aquellas acciones que, desde la empresa privada, ayudaron a que, desde la institucionalidad, el Estado de Chile otorgara a la inclusión laboral el sentido de urgencia que le corresponde.
Celebramos porque, como parte de Arcos Dorados, el mayor franquiciado de McDonald’s en el mundo, desde hace décadas promovemos un compromiso con la comunidad que implica que generamos, participamos y apoyamos diferentes programas que nos permiten contribuir a satisfacer las necesidades de las comunidades locales donde estamos presentes.
Y eso es, precisamente, lo que, hace más de una década, estamos haciendo en Chile en materia de inclusión laboral respondiendo a una necesidad del país para darle espacio a todos los talentos.
Con orgullo, podemos mostrar un sólido historial de acciones enfocadas hacia la misma dirección a la que apunta lo que hoy se ha convertido en ley.
En la actualidad, por ejemplo, tras 10 fructíferos años de trabajo con COANIL, organización que promueve la inclusión de las personas con discapacidad intelectual, contamos con 43 personas empleadas con la compañía, en tanto que otras 20 trabajan con nosotros a través de otras organizaciones.
Pero, además, estamos fortaleciendo la inclusión en varios otros aspectos, como la integración de trabajadores extranjeros que han llegado como inmigrantes a Chile. Hoy empleamos a cerca de 5.000 jóvenes en el país y contamos con 250 extranjeros activos, correspondientes al 4,7% de nuestros empleados.
Estamos trabajando fuertemente por apoyar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas y, por ello, hemos asumido como propio el compromiso de contribuir al desarrollo sustentable, maximizando los impactos positivos sobre las personas.
Por ello, también desarrollamos otras iniciativas inclusivas o que buscan terminar con la discriminación, tales como ofrecer las mejores condiciones posibles a nuestros colaboradores que son padres o madres o hacer realidad la igualdad de género en todos los niveles de nuestra cadena laboral, con lo que hemos logrado que, como en el resto de América Latina, Chile cuente con poco más del 50% de mujeres como gerentes de los restaurantes de McDonald’s.
Queda mucho por hacer, qué duda cabe. Pero tenemos un trecho avanzado y muchas ganas de seguir adelante. Nuestros resultados y el impacto que hemos logrado en la comunidad nos dan fuerza para seguir ese camino.