Chile está tomando pasos significativos para posicionarse como uno de los principales productores de cobalto en el mundo, gracias a un innovador proceso de biotecnología que permite extraer este mineral esencial para la transición energética de manera más sostenible. Con el creciente uso del cobalto en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, el país sudamericano está aprovechando sus recursos para convertirse en un actor clave en la industria global de la electromovilidad y la energía verde.
El proyecto Cobalto Verde, liderado por la Universidad Andrés Bello y la Universidad de Chile en colaboración con la empresa minera Pucobre, ha dado un paso importante en este camino. A través de un proceso denominado biolixiviación, que utiliza microorganismos especializados, el proyecto busca extraer cobalto de los relaves mineros de forma más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, reduciendo el uso de químicos y agua en comparación con los métodos tradicionales.
El cobalto, conocido como “oro azul” por su valor creciente en la industria de las baterías, se extraerá principalmente de los relaves de yacimientos del tipo IOCG (óxidos de hierro-cobre-oro), abundantes en el norte de Chile. Estos depósitos, ricos en pirita, han sido históricamente subutilizados, pero ahora, con la biotecnología, podrían liberar hasta 15,000 toneladas anuales de cobalto, lo que cambiaría la dinámica de la industria minera en el país y podría reducir la dependencia de las fuentes menos sostenibles, como la República Democrática del Congo.
Tras un año de investigación y desarrollo, el equipo de Cobalto Verde ha logrado avances significativos en la identificación de microorganismos que permiten la extracción de cobalto mediante la oxidación de hierro y azufre, componentes clave en la pirita. Pilar Parada, directora del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello, destacó los resultados prometedores obtenidos tanto en pruebas de laboratorio como en columnas de biolixiviación, lo que apunta a una minería más limpia y sostenible.
Este proceso no solo busca extraer cobalto de forma eficiente, sino que también contribuye a la mitigación de los impactos ambientales de la minería tradicional. Según Parada, al utilizar estos microorganismos, se prevé un proceso con menor producción de residuos, donde los relaves se reprocesan y se aprovecha al máximo su valor, integrando principios de economía circular en la minería.
El proyecto tiene como objetivo crear una minería con “cero residuos”, aprovechando los relaves mineros como recursos reutilizables. Brian Townley, académico de la Universidad de Chile y director alterno de Cobalto Verde, destacó que, además de la extracción de cobalto, este proceso puede transformar los residuos finales en materiales útiles para la construcción, como áridos, lo que reduce la necesidad de extraer nuevos recursos naturales para esos fines.
El uso de microorganismos para eliminar pirita, un mineral altamente contaminante que puede generar drenajes ácidos de mina, representa otro avance crucial. Este drenaje ácido, cuando no se controla adecuadamente, puede filtrarse en las aguas subterráneas y contaminar fuentes hídricas cercanas, lo que tiene efectos negativos sobre la salud humana y el ecosistema. El proyecto Cobalto Verde apunta a resolver este problema, transformando los relaves en materiales no contaminantes.
El proyecto tiene planes ambiciosos para el futuro. En 2027, se espera montar una planta piloto preindustrial en la Planta San José de Pucobre, en la Región de Atacama, que permitirá escalar el proceso de biolixiviación a nivel comercial. Esto sería un paso fundamental para posicionar a Chile como líder mundial en la extracción sostenible de cobalto.
Este jueves 7 de noviembre, el equipo de Cobalto Verde organizará el primer Comité Consultivo en el campus Casona de Las Condes de la Universidad Andrés Bello. Este evento reunirá a representantes de la academia, la industria minera y el sector público para presentar los avances del proyecto y discutir su futuro, con miras a llevarlo a una escala mayor en los próximos años.
El proyecto Cobalto Verde no solo es una oportunidad para Chile de diversificar su matriz productiva y reducir su dependencia de fuentes de cobalto menos sostenibles, sino que también contribuye al desarrollo de una minería más responsable y alineada con las necesidades globales de transición energética. Con la innovación como base, Chile está posicionándose para ser un líder en la producción de cobalto, lo que podría tener un impacto positivo no solo en la economía del país, sino también en la sostenibilidad global.
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