Cuéntanos de qué se trata el NRDC
EL NRDC es una organización no gubernamental que se enfoca en la protección del aire, el mar y la tierra en los Estados Unidos y el mundo. Nuestra organización fue fundada en 1970 por un grupo de abogados y estudiantes de leyes que eran parte del incipiente movimiento medioambientalista en mi país. Hoy en día contamos con alrededor de 3 millones de activistas y una red de 500 abogados, científicos y expertos en materias medioambientales. Nuestra sede principal se encuentra en Nueva York y contamos con oficinas en Washington DC, Chicago, Montana, San Francisco y Los Ángeles. También contamos con grupos de trabajo en Beijing, China, y Nueva Delhi, India. Con respecto a América Latina, nuestros colaboradores se encuentran principalmente en Chile y México.
¿Cuáles son los principales objetivos del NRDC en materia de protección de recursos naturales?
Nuestro objetivo principal es trabajar con comunidades afectadas por la contaminación y explotación de los recursos naturales en la protección de sus hábitat. Desplegamos campañas medioambientales pacíficas a nivel internacional con el fin de concientizar a autoridades públicas, empresarios y representantes de la sociedad civil sobre el daño medioambiental que provoca la destrucción de bosques y explotación de ríos y lagos. También buscamos participar activamente en procesos políticos internacionales, nacionales y locales sobre protección medioambiental y adaptación al cambio climático.
Contamos con equipos que participaron en las discusiones del Acuerdo de París y tenemos redes de apoyo con entidades gubernamentales, financieras y sociales en cada uno de los países donde trabajamos.
¿Nos puedes contar algunos de los logros y actividades del NRDC en los países donde tiene presencia?
Sí. En Estados Unidos, por ejemplo, hemos contribuido a lograr leyes muy importantes, tales como la Ley de Agua Limpia y la Ley de Aire Limpio.
En Canadá, país donde mantengo una participación activa, trabajamos para detener la explotación de petróleo en arenas bituminosas y proteger los bosques boreales, los cuales son fundamentales para mitigar el cambio climático.
También tenemos proyectos pro medioambiente en México, específicamente la Alianza por la Conservación de Laguna San Ignacio y la protección de la vaquita marina en Baja California. A nivel latinoamericano, me enfoco particularmente en apoyar acciones medioambientales en Chile.
¿Cuál es la agenda medioambiental del NRDC en Chile?
Nuestra agenda se remonta al surgimiento de la causa Patagonia sin Represas el año 2008. Desde entonces, el NRDC ha promovido la protección de recursos hídricos y forestales que forman parte del ecosistema del sur de Chile. Por ejemplo, a través de Amanda Maxwell, nuestra Directora para América Latina, estuvimos involucrados en la lucha contra HidroAysén, proyecto que se canceló de manera definitiva en noviembre de 2017.
También apoyamos los esfuerzos ciudadanos para detener la instalación de centrales en Rio Cuervo y Río Puelo en la región de Aysén. En la actualidad, estamos apoyando a comunidades que residen cerca de Río Ñuble en San Fabián, donde una propuesta para construir un embalse y un proyecto de inversión en materia energética está afectando a arrieros y el hábitat de huemules.
Tenemos un mapa interactivo en nuestro sitio web que describe nuestra participación en todos los conflictos medioambientales que persisten en las principales cuencas de Chile.
¿Y cuál es el motivo de su actual visita a Chile? ¿Tiene relación con el rol del NRDC en algunos de los conflictos medioambientales que mencionó anteriormente?
Vine a Chile para participar del 5to Encuentro por la Red de los Ríos Libres en Coyhaique y Puerto Aysén. La Red es una plataforma de diálogo que reúne a las comunidades que están enfrentando la construcción o funcionamiento de mega represas en sus territorios. En este contexto, para el caso de Aysén, hemos complementado a la comunidad aisenina a elaborar y presentar un documento denominado “Propuesta Ciudadana de Política Energética para Aysén Reserva de Vida”.
¿Cuál es el objetivo de la propuesta?
La propuesta busca complementar el programa de matriz energética que el Ministerio de Energía lanzó para la región de Aysén en febrero de 2018. Las comunidades de la región quieren hacer énfasis en una política energética regional que desarrolle un modelo de consumo energético menos intensivo y más eficiente, lo cual se puede lograr a través del uso de ERNCs y la adopción de negocios productivos sustentables por parte del mercado energético nacional y regional.
¿Y qué están haciendo para dar a conocer y viabilizar estas ideas?
Estamos empleando tres estrategias. Una de ellas es visibilizar el problema energético de Aysén a nivel nacional e internacional. Conversamos con diversos medios de comunicación y contamos con activistas que nos colaboran publicando información en redes sociales y organizando protestas pacíficas. Una segunda estrategia es dialogar y convencer a los financiadores que las mega represas son malas inversiones. La tercera estrategia es buscar e investigar alternativas de inversión en energía renovable no convencional.
¿Qué argumentos utilizan para tratar de convencer a financistas de que las mega represas son malas inversiones?
La Red por los Ríos Libres hizo un tríptico que explica cinco “mega mentiras” sobre los ríos y las mega centrales. Una de las mentiras es que las mega represas son necesarias porque Chile requiere energía.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Stanford, Chile podría llegar a un 100% de energía renovable al 2050 utilizando la mitad de la hidroelectricidad ya instalada. Esto significa que Chile se puede convertir en un país líder en el uso de ERNCs a nivel global. Asimismo, se dice mucho que las mini hidroeléctricas pueden ser una buena solución para disminuir el daño al medio ambiente. Si bien no estamos en contra de todas las mini hidroeléctricas porque son evidentemente mejores que las mega centrales, los estudios sobre el impacto medioambiental de las mini hidroeléctricas son escasos y no se hacen cargo del impacto total que provocan las actividades de varias mini centrales en una área determinada. También se considera que los embalses no son emisores de gases de efectos invernaderos, lo cual es falso.
Entonces lo que ustedes buscan es desmitificar supuestos sobre cómo debería estar constituida la matriz energética de Chile y Aysén en particular.
Exacto, así es. También buscamos desmitificar la idea de que los ríos “terminan en el mar” y que por lo tanto no tienen mayores funciones ecológicas en dicho contexto. Sin embargo, la verdad es que los ríos transportan nutrientes y sedimentos esenciales para los océanos, posibilitando la gran biodiversidad en las desembocaduras. Si son intervenidos por mega centrales, este proceso natural se distorsiona, lo cual tiene consecuencias desastrosas para la subsistencia de la flora y fauna local. Por último, es muy importante debatir la aseveración de que las comunidades vecinas a estos proyectos son las más beneficiadas. Gran cantidad de la energía producida en el extremo sur de Chile se destina al consumo energético de grandes centros urbanos o proyectos empresariales lejanos. Las comunidades afectadas en Aysén sienten que están en “zonas de sacrificio”.
¿Trabajan con actores gubernamentales, del sector privado y de la sociedad civil para conversar e implementar su agenda medioambiental en Chile?
Sí. Por ejemplo, trabajamos para difundir información entre diversos actores, dentro y fuera del gobierno, sobre soluciones bajas en carbono y resilientes al cambio climático. También estamos coordinando esfuerzos con el Ministerio de Energía para participar en el Protocolo de Kigali y contribuir a la eliminación de los hidrofluorocarbonos. A nivel de la sociedad civil, colaboramos con ONGs tales como Aysén Reserva de Vida y Ecosistemas, entre otras. En cuanto al sector privado, algunos colegas del NRDC están enfocados en promover soluciones de financiamiento verde que permitan un mayor flujo de inversión privada hacia soluciones climáticas, tomando como ejemplo los bancos de inversión verde que se han establecido en otros países. En este ámbito, es muy importante tener en cuenta que, para los financistas, los proyectos de centrales también pueden ser inconvenientes. Por ejemplo, en el caso del proyecto Alto Maipo, hay bancos que están cancelando su participación en este proyecto porque los costos asociados han aumentado en gran medida por razones no solo económicas, sino que también ecológicas.
¿Cuál es su parecer sobre el legado medioambiental del gobierno anterior y qué expectativas tienen del nuevo gobierno con respecto a temas medioambientales?
Tenemos una buena opinión de los logros del gobierno anterior en materia medioambiental. Nos gustó mucho como trabajaron con la Fundación Tompkins en relación a la conservación de parques. Chile posee una de las redes de parques más grandes del mundo en la Patagonia y Naciones Unidas premió a la ex presidenta Bachelet por dicha gestión. También reconocemos el plan de largo plazo que el gobierno anterior propuso para transitar desde el uso de energías contaminantes a energías limpias y renovables. Todo esto demuestra que Chile quiere avanzar en la protección de sus ríos y en la conservación de sus parques. Nosotros esperamos que el nuevo gobierno continúe con el legado del gobierno anterior en estas materias. Yo asistí a una charla que ofreció el actual presidente Piñera en septiembre de 2017 en Washington DC. En dicha ocasión, él sostuvo que no quería ser como nuestro gobierno en Estados Unidos que no tiene muy claro su participación en el Acuerdo de Paris. Creemos que el nuevo gobierno seguirá contribuyendo a la construcción de un modelo de desarrollo que proteja el medio ambiente y las personas.
Para finalizar: ¿Qué planes tiene el NRDC en nuestro país a futuro?
Además de seguir trabajando con el gobierno, el sector bancario y las comunidades afectadas por proyectos energéticos, uno de nuestros objetivos es contribuir a la reforma del código de aguas en Chile. Los problemas asociados a Pascualama, HidroAysén, Rio Cuervo y Rio Puelo, por citar algunas victorias recientes en materia medioambiental, dan cuenta de que es sumamente importante que las comunidades locales tengan mayor control sobre sus recursos hídricos. También estamos explorando incidir en la definición de proyectos mineros. Por ejemplo, hay varios problemas con la contaminación que genera la explotación del litio en el norte de Chile, insumo esencial para crear autos eléctricos. Sin embargo, aún estamos evaluando la manera en que participaremos en los debates que generan este tipo de proyectos.
Si quieres conocer más sobre las actividades del NRDC en Chile y el mundo, puede acceder a su sitio web aquí