¿Qué hitos destacaría de la evolución de la RSE en Latinoamérica en este último año?
A partir de la aprobación por la ONU de la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abrieron nuevas rutas que encaminan a la empresa privada en estos temas. En GRI, buscamos que las empresas puedan evaluar, medir y comunicar su contribución al desarrollo sostenible. También hicimos el lanzamiento de una encuesta para medir cómo se direcciona la Sostenibilidad desde las juntas directivas de las empresas en toda Latinoamérica y muy pronto entregaremos los resultados, aunque en términos generales en GRI creemos que las conclusiones serán muy positivas porque hemos registrado un incremento en la cantidad de organizaciones reportantes, en el uso de la información y en la política pública que se ha articulado en torno a la Sostenibilidad.
¿Cómo se están incorporando las últimas directrices publicadas por el GRI en las organizaciones latinoamericanas? Lo que hemos visto en las empresas es una clara evolución en la región que está adaptándose a los nuevos contextos con la incorporación del concepto de Sostenibilidad dentro de las organizaciones. Las empresas latinoamericanas se están convirtiendo en empresas mucho más maduras en la aplicación de los principios de la guía GRI porque han pasado de esfuerzos meramente filantrópicos a estrategias integradas de Sostenibilidad.
¿Qué beneficios aporta el reporting a las organizaciones?
El proceso de elaboración de reportes en las organizaciones tiene beneficios tanto internos como externos. Nosotros creemos que lo que no se gestiona y evalúa no se puede cambiar y por eso los aspectos ambientales, sociales y corporativos a pesar de su complejidad deben ser cuantificados para poder tomar mejores decisiones. Entre los muchos beneficios que hemos detectado con el reporting están la atracción y retención del talento, atracción de capital, la identificación de riesgos no tradicionales, aumento de las ventajas competitivas, mejor imagen y, por tanto, aumento de la confianza de los grupos de interés hacia cada empresa.
Ahora existen también riesgos de operación de carácter legal que invitan al cumplimento de los principios de la guía GRI.
Sí, la medición y rendición de cuentas en temas de Sostenibilidad se había movido tradicionalmente en el escenario de la voluntariedad, pero, en los últimos cinco años, hemos visto un florecimiento de iniciativas en las políticas públicas para hacer de la rendición de cuentas no financiera una práctica institucional de todas las organizaciones.
Siempre se habla de la dificultad que tienen las pymes a la hora de sumarse al reporting y ceñirse a las directrices del GRI. ¿Cómo están haciendo frente a este problema?
La dificultad para la pyme no es tanto en temas de reporting porque su prioridad es la de sobrevivir día a día. Somos consientes de los retos que afrontan las pequeñas y medianas organizaciones y ello se evidencia cuando vemos sus altas tasas de mortandad. Aunque también me pregunto si esto no tendrá que ver con que desde su concepción no tienen en cuenta los aspectos sociales y ambientales, porque muchas empresas quiebran por sus pasivos laborales o por no haber entendido su reglamentación ambiental. Yo invito a las pymes a la implementación de la guía GRI G4 porque no es una camisa de fuerza sino que se adapta a cualquier organización y sobre todo representa para ellos una nueva oportunidad de negocio y de competitividad.
¿Cómo cree que Latinoamérica va a afrontar los 17 ODS aprobados en 2015 por la ONU?
En nuestra región vemos un panorama positivo con gobiernos, empresas y sociedad civil que comienzan a trabajar de manera articulada en una dinámica multiactor para que estos 17 objetivos realmente tengan los impactos que se esperan. Creo que la agenda se cumplirá si empresa, gobierno y sociedad civil dan lo mejor de sí y trabajan conjuntamente. Es notable mencionar que los ODS fueron aprobados en septiembre de 2015 y en ese mismo mes hicimos el lanzamiento de la guía Compass debido a que la agenda es muy grande. Cuando se tienen como horizonte 17 objetivos y 169 metas, una organización sola puede temer perderse, por eso hicimos de esa guía Compass una herramienta que permite desmenuzar la agenda para el sector privado y le ayuda a priorizar temas dependiendo de cada tipo de organización.
¿Cómo está avanzando en la región latinoamericana el programa de transparencia empresarial que han desarrollado?
Desde el año 2009 venimos trabajando en GRI el programa de transparencia empresarial y es nuestra iniciativa bandera para trabajar con las pymes de la región. Lo que hacemos es acompañar a las pequeñas y medianas organizaciones durante su primer ciclo de reporte para que instalen e incorporen todos los parámetros de Sostenibilidad y luego puedan seguir haciéndolo de manera autónoma. Con este programa de GRI se ha logrado dar apoyo a cerca de 500 pymes en el mundo y la idea es seguir innovando con nuevas incorporaciones.