Pronto se cumplirán dos años de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ¿cómo se están trasladando a Chile desde Acción?
El directorio de ACCION, integrado por altos ejecutivos de importantes compañías chilenas y extranjeras, ha decidido asumir la Agenda 2030, operacionalizada en los ODS, como el marco de todas nuestras iniciativas. Esto es fundamental para pasar desde una “agenda de buenas prácticas”, una especie de checklist, a una perspectiva de co-construcción que congrega a empresas, organismos públicos y sociedad civil. En concreto, nuestro último Encuentro Anual de Socios tuvo como tema central los ODS.
En esa ocasión, tuvimos una magnífica exposición de la Agenda 2030 realizada por Silvia Rucks, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante de Programa Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile. La otra parte del programa de este Encuentro, consistió en aplicar una metodología para que nuestra red de 150 empresas identificara las tareas prioritarias en la gestión de los negocios para el logro de las metas asumidas por Chile en este ámbito.
Del mismo modo, hemos implementado, junto a la CPC y a la SOFOFA, una plataforma digital, llamada “Sumando Valor” (www.sumandovalor.cl), en la que las empresas que realizan reportes de sostenibilidad muestran ejemplos concretos de sus aportes a cada una de las metas contempladas en los ODS.
¿De qué manera están integrando las empresas chilenas los ODS?
Es un proceso lento, ya que en general, a las empresas les cuesta tomar distancia de los objetivos de corto plazo y asumir una agenda global. En ese sentido, las empresas globales, tanto chilenas como extranjeras, han tomado la delantera, conectadas con esta agenda. Ya tenemos varios ejemplos, especialmente en las empresas forestales, mineras, de generación eléctrica y del sector de alimentos, que han enmarcado sus iniciativas de sostenibilidad en los ODS.
¿Con qué particularidades cuenta la Responsabilidad Social en Chile respecto al resto de países latinoamericanos?
Creo que todos los países de la región estamos en un momento de cambio en la manera en que las empresas se relacionan con la sociedad. La responsabilidad social se está instalando con fuerza en el sector de las grandes compañías y en algunos sectores de vanguardia, vemos que se comienza a instalar un paradigma de colaboración en relación a los objetivos de sostenibilidad.
También compartimos con el resto de la región que aún hay un amplio sector empresarial, en especial en sectores no transables (menos internacionalizados) y de tamaño más pequeño, en el que aún priman visiones de negocios focalizados en la obtención de rentabilidad de corto plazo.
Según un estudio reciente de UN Global Compact, el ODS 8 es el que tiene más potencial para las empresas. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿Puede argumentarlo?
Es normal pensar que los objetivos de trabajo decente, empleo y crecimiento estén más cercanos al quehacer empresarial. Sin embargo, el carácter sistémico de los ODS se impone por si sólo. ¿Cómo vamos a avanzar en empleo si falta una educación de calidad o si tenemos una institucionalidad que obstaculiza la plena inserción laboral de la mujer? O ¿Cómo va a mejorar la productividad si tenemos problemas graves de acceso a la salud?
La comunicación es esencial para que la Responsabilidad Social llegue a todo el tejido empresarial y civil, ¿qué desafíos hay en este ámbito? Es evidente que las empresas se juegan su sostenibilidad en la calidad de sus vínculos, en su “porosidad” con el entorno.
Yo creo que la comunicación es esencial antes que nada para que los decisores de las empresas puedan comprender los profundos cambios que está experimentando una sociedad con mayor acceso a información y tecnología, que pide una transformación profunda de las instituciones políticas, sociales y políticas. Ese es el primer desafío de las empresas: escuchar y comprender. De ahí surge una segunda agenda que consiste en establecer canales adecuados para comunicarse y vincularse con sus públicos de interés, dándole una debida consideración a las redes sociales y a otros medios que surgen de esta extraordinaria revolución de las tecnologías de información.