Comprobaron que “en las empresas que aumentaron sus contribuciones por Responsabilidad Empresarial más de un 10% desde el 2010 la ganancias subieron 11%, en las que no lo hicieron bajaron 3%”. En la misma línea una nueva encuesta Nielsen sobre un mercado en acelerada expansión, los compradores online, concluyó que “están dispuestos a pagar más por productos de empresas comprometidas con impactos sociales y ambientales positivos”.
Klein (Forbes 5/1/15) va más lejos aún. Afi rma que “en el futuro las empresas solo sobrevivirán si ayudan a resolver problemas sociales grandes”. ¿Es posible hacer eso realmente en la práctica? Algunos ejemplos recientes de RSE altamente efectiva demuestran que sí, pero se requiere ser realmente innovador. Hindustan Unilever’s Project Shakti (empoderamiento) decidió cambiar totalmente sus sistemas para llegar con sus productos a las aldeas remotas de la India. En lugar de los circuitos usuales de comercialización, reclutó mujeres de las mismas aldeas, les dio microcréditos y las entrenó en vender jabones, detergentes, y otros productos puerta a puerta. Están participando 65.000 mujeres que doblaron el ingreso de sus hogares, e incrementaron el acceso rural a productos higiénicos mejorando la salud pública. Se propone replicar la experiencia en otros países.
Dell alienta el trabajo voluntario de sus empleados. Dice que uno de los logros mayores de la empresa, es haber llegado en el 2014 a 739,000 horas de voluntariado. Según CECP el porcentaje de empresas líderes que ofrecen tiempo pago para voluntariado subió de 51% en el 2010 a 59% en el 2014. Aumentaron en un 37% las horas voluntarias aportadas a causas comunitarias.
Dos empresarios de gran éxito, Michael Bloomberg, y Bill Gates decidieron ayudar a combatir de modo efectivo la ingesta de cigarrillos. Según los datos recientes, contienen 69 sustancias cancerígenas, y son los responsables del 85% de los tumores de pulmón además de múltiples enfermedades. La Organización Mundial de la Salud previene que están matando a seis millones de personas por año, de las cuales 600.000 no son fumadores y mueren por haber respirado humo. Ante la gran lucha antitabaco en los
desarrollados, y la caída de sus ventas en ellos, las empresas están redoblando su marketing en los países de ingresos bajos o moderados. Bloomberg y Gates crearon (15/3/15) un Fondo especial para ayudar a esos países a que puedan dictar las leyes necesarias, sin temor a los altos costos de los pleitos con los que los amenazan las empresas tabacaleras líderes. Ya están ayudando al Uruguay, que dictó una legislación avanzada que redujo rápidamente el consumo, a financiar la demanda que le hizo una gran empresa tabacalera.
Se están acabando las excusas para no hacer RSE a fondo. Beneficia las empresas y a la sociedad en la que se desenvuelven, hoy en muchos países con problemas sociales y ambientales críticos. Eso sí, se debe hacer con innovación.