Uno de los primeros acercamientos a un concepto claro de la innovación social fue generado por Astorga (2004, pág.18), al definir características que permiten identificar lo que debería ser; social puesto que beneficia un grupo de personas, contribuye a la mejora de la calidad de vida de personas en situación de riesgo social reivindicando sus derechos, genuina porque emerge de los propios interesados y sus entidades de soporte, original puesto que no es una experiencia repetida en el contexto en que se desarrolla, por tanto no necesariamente es algo totalmente nuevo, vigente reciente y actual, consolidada puesto que ha superado su fase de experimentación y ha sido aplicada, podría ser reproducida en otro lugar a mayor escala o ambos, debe ser transformadora con respecto al desarrollo social y al buen vivir de las personas.
Es un tema del cual se habla mucho pero que no es nuevo, podriamos remontarnos inclusive hasta 1960 y que se hace más visible en 1980 cuando hablamos de desarrollo urbano, y en lo que significa en el desarrollo de una comunidad. Es un concepto importante por que va en contra de la mirada tecnologicista y netamente racional que se le da a la innovación, de su cosificación, para dejar de verla como el único motor de la sociedad, entonces nos lleva a retomar el desarrollo humano fundamentado en nuestras comunidades, y se convierte en una muestra palpable acerca de cuán necesarias son las dinámicas sociales para “restablecer” el rol de las relaciones sociales en el desarrollo humano. (F.Moulaert).
En Colombia, al igual que en Chile quien ha sido uno de los países referentes en la temática, la innovación social se enfoca como la herramienta que permite llegar a resolver aquellos problemas sociales que el estado de manera individual no ha logrado resolver y que poseen las personas de escasos recursos o en situación de vulnerabilidad, por tanto está asociado a la superación de la extrema pobreza, inclusión, impacto social, gestión del conocimiento y apropiación social, participación ó colaboración para la creación colectiva de soluciones.
Si bien los enfoques anteriores difieren en algunos aspectos a lo que los referentes conceptuales definen rigurosamente como innovación social, ésta es apropiada desde otra mirada dependiendo del contexto y de la necesidad de promover una temática de interés para los gobiernos locales hacia la movilización de las comunidades.
Básicamente necesitamos comprender mejor la innovación, al tener encuenta las relaciones entre las personas para alcanzar un determinado propósito orientado a mejorar su calidad de vida, generando un mayor impacto con las soluciones generadas. Como lo menciona Galeano (2010) en su texto El derecho a la alegría, en el libro Ser como ellos y otros artículos: “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable”.
Cada vez es mayor el interés y el deseo de hacer las cosas de manera diferente, tanto en lo educativo, en la empresa, como en lo público y en el sector social. Esto evidencia una sociedad que se compromete más, pero que requiere estar mejor preparada, con estrategias de creatividad, innovación, cocreación, empredimiento, sostenibilidad, participación ciudadana, entre otras, que marquen la diferencia.
De esta manera, las redes de colaboración que generan y gestionan el conocimiento colectivo, y suman los esfuerzos de diferentes agentes hacia el bienestar de la sociedad, el cual es el propósito principal, se convierten en los medios más necesarios para la sostenibilidad de las soluciones que generan procesos de innovación y más aquellos que llamamos sociales, que realmente puedan replicarse y generen mayor apropiación e impacto en las comunidades que realmente lo necesitan.
El fundamento de la innovación social es el capital social, que es el valor que se genera entre las relaciones humanas que permitirá abordar de una mejor manera un problema o un objetivo a lograr de manera colaborativa. ¿Que tal si dejamos de actuar sólos y sumamos esos actos individuales en actos colectivos que generen innovaciones para mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades?