Cada 10 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), celebra el Día Mundial de las Legumbres, un alimento de propiedades invaluables y parte importante de las riquezas naturales que ofrece Latinoamérica con el fin de promover su producción y consumo, y al mismo tiempo destacar su contribución al desarrollo de sistemas agroalimentarios más sostenibles y de dietas más saludables.
Las legumbres corresponden a las pequeñas y multicolores semillas comestibles de las plantas leguminosas que son cultivadas para consumo humano y también animal, y representan un recurso importante para encarar los desafíos globales en materia de seguridad alimentaria, malnutrición y el hambre. Lo cierto es que pocos reconocen las propiedades que ofrece este noble alimento. Por ejemplo, las legumbres tienen una larga duración almacenadas, por lo que se reduce la pérdida y desperdicio de alimentos. Asimismo, son capaces de fijar el nitrógeno de la atmósfera en el suelo, mejorando su fertilidad y contribuyendo por tanto a la biodiversidad.
Según datos de la FAO, las proteínas procedentes de las legumbres cuestan la quinta parte en relación con las proteínas de la leche. Sin embargo, en Chile la producción y consumo de legumbres es baja de acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) del 2014. Son pobremente consumidas por adolescentes, además se consumen en menor cantidades en áreas urbanas y en niveles socioeconómicos altos. Al mismo tiempo, solo el 25% de la población cumple la recomendación de consumirlas 2 veces a la semana. Aún así, su consumo es como plato de fondo, en una preparación húmeda y guisada, las más frecuentemente consumidas son porotos, lentejas, garbanzos. Al consumirlas como guiso, pueden mejorar la calidad nutricional de la preparación agregando algún cereal como arroz o fideos, así como también es una buena oportunidad para adicionar verduras a la misma preparación.
En cuanto a las políticas públicas de salud, dentro del Programa Nacional de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (PACAM), se considera la entrega mensual de 1 kilo de crema “años dorados”, de las cuales existen 4 variedades y 2 de ellas son de legumbres, lentejas y arvejas. Y es que naturalmente, las legumbres son bajas en grasa, sodio y sin colesterol, además de una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, aportando cantidades importantes de hierro, potasio, folatos, fibra, sin gluten y con bajo índice glicémico.
Por estas razones, su consumo frecuente es recomendable para personas que presentan dislipidemia, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, obesidad, anemia, estreñimiento, diabetes, enfermedad celiaca y personas con patrones de alimentación vegetariano y vegano. Las legumbres son un alimento del presente y del futuro. ¡Qué mejor forma de celebrarlas, sino consumiéndolas!.