El Desarrollo Sostenible del planeta, o Sostenibilidad, entendiendo por desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones, introduce el tema de la Responsabilidad Social en el mundo; sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a mediano y largo plazo tal y como hoy están planteadas. Sumado a esto, el contexto económico colombiano hace prever los retos que se entran en materia de comercio internacional, dan cuenta de las grandes oportunidades que se avecinan para nuestro país, es donde la RSE toma gran relevancia a la hora de entrar en esta oleada de globalización que nos toca a todos los colombianos.
Muchas compañías hacen todo para que sus estrategias, políticas y metas incluyan estos temas en aras de cumplir objetivos propuestos; cuentan con diversos programas de capacitación, balances sociales, informes de sostenibilidad, entre otros, capacitando a sus directivos en estos temas específicos; pero han dejado a un lado la inclusión de uno de sus grupos de interés primarios, si no el principal, los colaboradores de la base, (entendiéndose por colaboradores de la base a los trabajadores las áreas operativas) siendo éstos actores principales de los procesos en las cadenas de valor y que comprenden el grueso de nuestra población colombiana; sumado a esto hace mella la ausencia de cultura ciudadana, falta de interés, falta de acceso a una información clara y el pensamiento generalizado de “yo no soy el problema”.
Si pensáramos en introducir primero la responsabilidad individual, entonces lo empresarial y lo social se generarían por inercia propia, ¿no resultaría entonces ésta la oportunidad para que cada uno pensara en Responsabilidad Individual? ¿No sería esta la oportunidad para que el empresariado hiciera su principal acto de RSE capacitando a sus colaboradores en los temas base de esta importante temática?
Que interesante sería, que so pretexto de la Responsabilidad Social las empresas capacitaran a todos y cada uno de sus trabajadores en los conceptos básicos de esta, derechos humanos, educación ambiental, anticorrupción, estándares laborales etc., bajo la sombrilla de incluirlos en sus estrategias del plan de gestión en términos de competitividad y globalización.
Me imagino una Colombia socialmente responsable desde cada uno de los 29 millones de individuos que trabajan en las empresas en el país y si cada uno lleva esa responsabilidad individual a su hogar multiplicando el esfuerzo, entonces cada uno de los casi 48 millones de habitantes de nuestro país, aportaría ese grano de arena suficiente para ver nuestras calles sin basura, nuestras cuencas debidamente conservadas, nuestras reservas atesoradas, nuestros hogares en condiciones óptimas y nuestras compañías globalmente competitivas.
Estos interrogantes contribuyen al debate sobre cuál debe ser la forma de capacitación en el tema a los empleados base de cualquier empresa en Colombia. Lo que pone de relieve el carácter de responsabilidad compartida que deberían tener las empresas y sus colaboradores, la cual cobra sentido a partir de varios elementos como sincronizar la ética y la moral desde los valores individuales del trabajador, hasta los valores de la empresa en que éste labora, sobre el entendido que estas sinergias generan mayor y mejor productividad para la empresa, mejor calidad de vida para el colaborador y su familia, sentido de pertenencia por nuestro país y la preocupación por su desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente, etc.