¿Cuáles son los principales proyectos que están llevando en Abaco?
Dentro de nuestros principales proyectos se encuentran la Política cero desperdicio, el proyecto BPM Buenas Prácticas de Manufactura y el proyecto Desayunos Saludables. Con la Política cero desperdicio buscamos apoyar la administración de los productos que no serán comercializados por Grandes Superficies e Industriales, promoviendo una política de NO destrucción de bienes aptos para el consumo o uso humano. Por otra parte, el proyecto de BPM Buenas Prácticas de Manufactura y calidad en la manipulación de los alimentos al interior de nuestros Bancos de Alimentos asociados, nos sirve para garantizar la inocuidad desde el ingreso hasta la entrega de los productos donados. Mientras, con Proyecto de Desayunos Saludables, el cual operamos en 9 ciudades del país, hemos beneficiado a más de 3.500 niños y niñas con un desayuno diario, gracias a alianza de 4 empresas: Alpina, Alquería, Blu Logistic y Kellogg.
Adicionalmente, trabajamos para generar conciencia sobre el uso responsable de los alimentos. Abaco está comprometido y decidido con que es necesario que colombianos y colombianas entiendan que se está botando comida y que hay gente que sufre de hambre, situación que afecta gravitantemente la salud, comportamiento, rendimiento y posibilidad de vivir en comunidad de esas personas.
Actualmente no hay una conciencia desarrollada sobre el desperdicio de alimentos. Entre 1.2 y 2 billones de toneladas de alimentos en el mundo no son consumidos por seres humanos, lo que representa más menos el 50% de los alimentos producidos a nivel planetario. Esta realidad hay que contrastarla con los 852 millones de personas que sufren de hambre día a día. Contrastando lo anterior con la situación que se vive en Colombia, existen alrededor de 1.4 millones de toneladas de alimentos que no son consumidas por seres humanos, según un estudio del Ministerio de Salud y la FAO. Estos alimentos, en su mayoría reflejan pérdidas post-cosechas, y sólo de frutas y verduras, no de industrias. Mientras tanto, uno de cada diez colombianos se encuentra bajo situación de pobreza extrema.
Teniendo en cuenta este contexto, Abaco quiere que las empresas y personas tengan una conciencia y una política de no destrucción de alimentos. La idea es que hombres y mujeres, en sus espacios de desenvolvimiento, se “coman toda la comida”, no la boten a la basura o la donen. El objetivo es generar conciencia para promover la movilización en contra de la destrucción de alimentos.
Abaco está asociado con 19 Bancos de Alimentos y 5 empresas. ¿Cuál es la sinergia que ustedes tienen con estas empresas asociadas?
En primer lugar, cabe destacar que son los bancos de alimentos y empresas asociadas los encargados de generar los lineamientos de administración y de gestión de la asociación. Estas organizaciones definen cuáles son las líneas con las cuales se trabajará anualmente; cuales son los proyectos y las metas que nos determinamos en el quehacer del equipo de Abaco y de todos nuestros actores relacionados; priorizando proyectos y estrategias orientadas a su fortalecimiento.
Las empresas ayudan a financiar la acción de Abaco y también donan productos y voluntariado, aspectos que nos sirven para nuestras acciones. En consecuencia, estas empresas también poseen políticas internas de no destrucción de alimentos y financian algunos proyectos específicos orientados al fortalecimiento de las capacidades institucionales de los Bancos de Alimentos y al aumento en la capacidad operativa para el rescate de alimentos.
¿Existe alguna sinergia con la Administración Pública?
Hemos trabajado en algunos temas con el sector público más a nivel local que nacional. Con ellos nos dedicamos a articular los beneficios que entregamos de forma conjunta a los sectores sociales que más lo necesitan, identificando poblaciones que cumplan las características pertinentes para que sean receptoras de víveres y suministros. Sin embargo, aún falta unir más esfuerzos para ampliar la cobertura contando con la capacidad instalada de los dos sectores.
¿Puede ser una buena vía una política de acción social para las empresas que ofrezcan voluntariados o donen comida a los bancos?
Hoy en día les estamos diciendo a las empresas que una política nacional de no destrucción de alimentos es una política que impacta en la sostenibilidad de la empresa por muchas razones. Lo anterior conlleva impactos a nivel social, económico y ambiental. Por ejemplo, con respecto a este último aspecto, cuando una empresa toma la decisión de no botar alimentos a la basura y de salvarlos antes de su vencimiento mediante la entrega a un banco de alimentos, está ayudando a alargar la vida útil de los rellenos sanitarios, en tanto que no está generando residuos de productos y está disminuyendo su huella de carbono al no hacer la movilización de un producto a un relleno sanitario.
¿Cuáles son las redes que manejan actualmente y el impacto que han generado?
Hoy en día tenemos un poco más de 700 empresas que nos han donado alimentos a nivel país. El año pasado nos donaron más de 19.000 toneladas en productos que normalmente hubieran botado a la basura. Esos productos se los entregamos a 2.372 organizaciones sociales en todo el país, las cuales nos permiten atender 456.000 personas en situación de vulnerabilidad. Todo esto es gestión privada; todo esto es la articulación de nuestros bancos de alimentos en el país con las empresas que han tomado la decisión de no botar alimentos.
La gente nos pregunta: ¿pero eso es lo que sobra? Nosotros respondemos que no, ya que no movilizamos alimentos que estén vencidos, sino que gestionamos todos aquellos que son de calidad y que están en condiciones aptas para el consumo humano. Lo que pasa es que en numerosas ocasiones están cercanos a la fecha de vencimiento. Se vencen en cinco, tres o diez días. Tenemos empresas que nos donan productos que son de “corta fecha”, pero que se vencen en 2 meses. Asimismo nos donan productos que no son aptos para su comercialización, pero si cumplen con las condiciones de calidad para su consumo. Al no botarlos, se genera un impacto económico positivo para con las empresas, ya que dejan de gastarse dineros en un producto que no van a comercializar. Al estar almacenados sin causa alguna, tienen que pagar transporte; tienen que pagar la destrucción y tienen que pagar los costos ocultos de operación, entre muchos otros gastos. Cuando los donas a los bancos de alimentos, te ahorras todo lo anterior. Sin embargo, lo más importante es que también aumenta el valor de la marca, ya que cuando las personas saben que la empresa está comprometida con la no destrucción de los alimentos, indefectiblemente mejora la marca de la empresa y mejora su valor económico.
¿Qué otros compromisos buscan generar con las empresas?
Hay alianzas con empresas que, fuera de realizar lo anterior, desean realizar voluntariados en lo que saben hacer. Nosotros tenemos equipos de calidad de las empresas haciendo acompañamiento en procesos de calidad con los bancos de alimentos. En este sentido, con el tiempo nos hemos dado cuenta que en algunas ocasiones los empleados están muy alejados de la visión de sostenibilidad de la empresa y a veces no logran conectarse con ella, viéndose como algo muy de corte corporativo o administrativo. Este ejercicio ha permitido que cuando los empleados han hecho voluntariados con nuestros bancos de alimentos, entienden que su empresa tiene una relación distinta con la sociedad, la cual no solo es comercial, sino corresponsable. Nosotros siempre hablamos de la corresponsabilidad como un asunto que atañe a todos y que opera en todos los niveles.
¿Piensan que las campañas de concientización pueden ayudar a convocar más empresas que quieran colaborar en la donación de alimentos?
Sí, creemos que falta un poco más de conciencia y flexibilidad al respecto. Sin embargo estamos trabajando fuerte en generar conciencia y en aplicar los beneficios tributarios que puede tener una empresa por donar a los Bancos de Alimentos. Por otra parte, hablar de donación no significa que estamos regalando cosas. Queremos empezar a hablar con las empresas sobre la posibilidad de coadyuvar y comprometerse con esta actividad. Ellos están lidiando con productos que ya no quieren comercializar y que tienen que destruir, pero lo que pasa es que esos productos son nuestro negocio, en la medida que son alimentos para población vulnerable con la cual trabajamos. Por lo tanto, nosotros no queremos que las empresas nos regalen productos alimenticios, esa no es la idea: Abaco básicamente busca ayudar a administrar un producto que la empresa no quiere manejar.
A nivel logístico, logramos que las empresas tengan reducción de costos de almacenamiento y también les ayudamos a generar impactos positivos en el ámbito de la sostenibilidad. Entonces a cada área les mostramos que la “bola de nieve” se divide en cada uno de los escenarios del negocio. Nosotros le decimos a las empresas que no nos donen dinero, no la necesitamos. El ímpetu es que tomen la decisión de no botar alimentos o que decidan facilitarnos servicios, conocimientos o capacidades. Las empresas deben ver las bondades de realizar reinversiones en estas materias, mediante el aporte de alimentos que ya no usarán o de servicios en materia de su experticia, ya sea en transporte y logística, producción o comunicaciones, entre otros.
Los beneficios por no destruir productos aptos para el uso y consumo humano y donarlo a Abaco y sus Bancos de Alimentos asociados van más allá de los temas tributarios e impactan directamente la sostenibilidad de las empresas en 5 temas:
- Social: Mejoramiento de la Nutrición de la población; generación de oportunidades para población en situación de vulnerabilidad y fortalecimiento de capacidades organizacionales
- Ambiental: Disminución en la Generación de residuos sólidos; disminución de la tasa de residuos que llegan al relleno y prolongación de la vida útil del mismo; disminución en las emisiones de CO2; y contención de la descarga de líquidos.
- Económico: Disminución de los costos asociados a la destrucción del producto; deducción del impuesto de renta en una proporción del 125% por las donaciones realizadas: valoración de la marca por potenciales consumidores; y reconocimiento de la marca en temas de sostenibilidad.
- Calidad: Seguridad en el manejo de los productos no conformes; manejo adecuado de los productos no conformes; y garantía en el consumo o uso del producto no conforme.
- Logística: Eficiencia en la gestión de los inventarios de los productos no conformes y liberación de recursos físicos y humanos en el manejo de los productos no conformes
¿Han experimentado algún contratiempo en las actividades que ustedes realizan con las empresas?
Algunas veces hemos visualizado que la conciencia de las empresas en Colombia sobre el tema está ligado a un ánimo caritativo momentáneo. Esto significa que los aportes algunas veces pueden ser volátiles, o sea, que en ciertas ocasiones hay donaciones y en otras no. Nosotros queremos que las empresas se vuelvan parte de esto y que comprendan que su colaboración va a impactar en su negocio de forma positiva, que generará valor para sus clientes externos y trabajadores. Y la mejor manera es implementando la Política Cero desperdicio que lideramos desde ABACO. Cuando un trabajador reconoce que su empresa genera impactos sociales positivos, se crea un sentido de pertenencia positivo para el empleado. El desafío más importante es que mientras más sostenible sean los aportes, se logrará ir reduciendo las bases de la pobreza, pero esto será posible si algunas empresas siguen operando con una mirada filantrópica, ya que no se genera corresponsabilidad y no hay compromisos estables y sólidos en el tiempo, sino más bien coyunturales, esporádicos y con escasa trascendencia en el mediano y largo plazo.