El próximo 7 de julio entrará en vigor en Colombia una nueva normativa que prohibirá seis tipos adicionales de plásticos de un solo uso. Esta medida sostenible busca reducir el consumo de productos dañinos para el medio ambiente y disminuir la cantidad de residuos generados por los consumidores colombianos al hacer sus compras.
A partir de esa fecha, los comercios, empresas y diversos negocios no podrán utilizar los siguientes productos: bolsas plásticas en puntos de pago, bolsas para empacar periódicos, revistas, publicidad y facturas, rollos de bolsas vacías en superficies comerciales, como las usadas para frutas y verduras, pitillos para bebidas, soportes plásticos para bombas de inflar, y soportes plásticos para copitos de algodón usados en la limpieza de los oídos.
Esta normativa cambiará radicalmente la forma en que los colombianos realizan sus compras, ya que ahora deberán llevar sus propios empaques desde casa. Estos cambios afectarán tanto a grandes almacenes como a tiendas de barrio.
Aunque la medida es bien recibida por diversos sectores, ya que promueve un consumo más consciente del plástico y claramente beneficia al medio ambiente, también tiene varios afectados. La industria nacional, que produce y transforma materias primas en plásticos, es la más afectada.
La revista SEMANA habló con Daniel Mitchell, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas (Acoplásticos) , sobre la situación de la industria tras la entrada en vigor de la normativa.
Según Mitchell, los productos prohibidos representan alrededor del 4% de toda la industria plástica nacional. Esto significa que la retirada de dichos artículos del mercado pondría en riesgo entre 9,000 y 10,000 puestos de trabajo, y afectaría a 100 empresas.
En términos de producción, la medida implica dejar de fabricar entre 50,000 y 60,000 toneladas de plástico. En cuanto a facturación e ingresos, se estima una pérdida de entre 500 y 600 millones de pesos.
Sin embargo, esto será el impacto si ninguna empresa logra ofrecer alternativas sostenibles que, de acuerdo con la legislación, se permitirá comercializar y distribuir, como productos biodegradables, reutilizables o hechos con materia prima reciclada.
Se espera que las empresas avancen hacia estas alternativas, aunque implican retos logísticos y costos adicionales, además de ajustes en las plantas para incorporar nuevos materiales biodegradables y reemplazar los plásticos convencionales. “Esperamos que las empresas sigan avanzando en esta transición, como lo han venido haciendo con las inversiones y novedades en materiales introducidos al mercado en los últimos años”, indicó Mitchell.
Finalmente, Mitchell agregó que existen varios mitos alrededor de la normativa y que se ha especulado mucho en los últimos días. Por ello, es importante aclarar qué productos no están incluidos en la prohibición.
“Ningún empaque, envase, embalaje, botella, ni producto desechable o descartable queda prohibido a partir del 7 de julio. Solamente el listado específico de bienes que ya hemos mencionado,” afirmó. Además, indicó que dentro de las excepciones contempladas por la norma están los productos que cumplen con condiciones biodegradables o que contienen materia prima reciclada, los cuales pueden seguir comercializándose.
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