Davivienda y la Corporación Financiera Internacional (IFC), en conjunto con el Ministerio de Hacienda y el de Ambiente de Colombia, han anunciado la emisión de un bono de biodiversidad de USD 50 millones, el segundo en el mundo. Este instrumento de financiamiento tiene como objetivo proporcionar recursos para proyectos que restauren y preserven la biodiversidad colombiana, mediante tasas competitivas que permitan su escalamiento y sostenibilidad en el tiempo.
Los fondos recaudados se destinarán a iniciativas centradas en prácticas agrícolas sostenibles, reforestación —con especial énfasis en la protección de ecosistemas de manglar— y la producción responsable de agua dulce y marina. Este tipo de bonos funciona como un financiamiento convencional, pero con el propósito específico de apoyar proyectos medioambientales, y Davivienda canalizará estos recursos hacia empresas y comunidades que trabajan en la conservación y restauración de la naturaleza. Esta segunda emisión, tras la pionera de BBVA apoyada también por el IFC, busca expandir la implementación de este modelo en América Latina.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, destacó el lanzamiento del bono como un avance importante en la financiación ambiental, subrayando que el proyecto respalda objetivos críticos del sistema nacional ambiental y demuestra que la restauración de la naturaleza es una inversión viable. En la misma línea, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, señaló que este tipo de iniciativas contribuyen al fortalecimiento de la biodiversidad, apoyando la “taxonomía verde” del país que clasifica actividades económicas con impacto positivo en el medioambiente.
Con el respaldo de la IFC, el bono también representa una oportunidad para que otras entidades financieras de América Latina y el Caribe se sumen a este modelo. Alfonso García Mora, Vicepresidente de IFC para la región, afirmó que proyectos como este son fundamentales en la lucha contra el cambio climático y en la construcción de una economía sustentada en la naturaleza, dada la interdependencia de los sectores económicos con el capital natural.
Por su parte, Javier Suárez Esparragoza, presidente de Davivienda, enfatizó el compromiso de la entidad en apoyar la transformación sostenible del país. Aseguró que una parte significativa de los recursos del bono se destinará a proyectos en manglares, así como a prácticas agrícolas que fomenten la conservación de ecosistemas sensibles y la biodiversidad, impulsando así un modelo de desarrollo que respete y proteja el entorno natural.
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