En busca de ciudades mas sostenibles en el mundo, hoy se ven múltiples fachadas verdes, con unas soluciones diversas que aportan a mejorar el aire, descender la temperatura de la ciudad y embellecer los edificios. Susel Biondi, de Poggione + Biondi Arquitectos, ante estos impulsos sostenibles, da una propuesta para hacerlas mas eficientes en los países de Latam: el uso de plantas trepadoras, enredaderas o colgantes, para reducir el esfuerzo técnico de ubicación y riego en alturas, dándole a las edificaciones, coberturas vegetales que se mantienen bien con el tiempo, con un riego sencillo y mucho menos mantenimiento que una fachada verde, en la que las plantas se ven forzadas a crecer en planos verticales.
En las grandes ciudades donde se han implantado fachadas verdes, se ha demostrado la ventaja de ciertas plantas trepadoras y enredaderas, que requieren un menor esfuerzo de mantenimiento y ubicación, así como de un sistema de riego, que al igual que los jardines verticales, tienen los mismos beneficios.
Este tipo de fachadas verdes verticales han empezado a ser vitales para las ciudades, volviendolas sostenibles, contribuyendo al descenso de la temperatura, mejorando la calidad de aire, refrescando los ambientes y atrayendo una cantidad de bio diversidad que crea una simbiosis entre las plantas y animales, como abejas y palomas.
Según lo sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesita, por lo menos, 10 a 15 metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Las fachadas de plantas verticales ocupan menos espacio y son ligeras en comparación a otros sistemas, disminuyendo el peso para las edificaciones, apoyando la necesidad que establece la OMS.
“Al usar enredaderas en las envolventes de los edificios, ya sea en muros o cubiertas, podemos tener grandes ahorros de mantenimiento, y al mismo tiempo esa capa de plantas ayuda al acondicionamiento térmico del interior de la edificación, al generar sombra y aislamiento adicional. Además, filtran el aire, atraen especies de insectos y aves, y pueden aprovechar el agua de la lluvia para su riego”, asegura Susel Biondi, una de las expertas que estará en Construverde el 8 y 9 de junio en el Cubo de Colsubsidio.
Ventajas comparativas
Las fachadas vegetales con plantas trepadoras que tienen mecanismos de sujeción, no necesitan apoyo adicional. En realidad, ahorran espacio en la ciudad, mejoran la calidad del aire de la edificación, así como el bienestar de las personas que viven con las fachadas, son perfectos para el aislamiento térmico y acústico, absorben la radiación solar, protegen de las lluvias y radiación ultravioleta, y además le dan una visual bella y acogedora a la construcción.
En las opciones para crear efectos estéticos y naturales están el uso de:
Plantas trepadoras. sólo requieren de alguna superficie a la cual adherirse para ir subiendo.
Plantas enredaderas. requieren guías como cables o mallas para poder enredarse y crecer en torno a ellas.
Plantas colgantes. Donde se pueden utilizar macetas en el techo o balcones, para que ellas crezcan hacia abajo.
El riego de estas plantas son fáciles, incluso se pueden centralizar, y para ser más sostenible debería provenir de agua lluvia recolectada o derivada de canales o canaletas que la recojan de los techos. También dependen del tipo de clima que se maneje, aprovechando también especies nativas que no solo son más resistentes, sino que inclusive requieren menor riego para mantenerse.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.