Más de un tercio de la población mundial vive en países con escasez de agua y se estima que, para el año 2030, alrededor de 700 millones de personas serán desplazadas por una falta intensa de este recurso hídrico. A esta problemática se suman la contaminación, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos que generan sequías e inundaciones con mayor frecuencia.
Tener un enfoque sustentable en los procesos de manufactura cobran mucha relevancia y es por eso que invertir eficientemente en un tratamiento adecuado de aguas residuales, a partir de una infraestructura moderna de saneamiento, resulta fundamental para lograr beneficios de salud pública, mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de las personas. Un ejemplo fehaciente de esto, es la planta de tratamiento de aguas residuales industriales donde opera Corteva en Soledad, Atlántico.
Para la compañía, preservar la calidad del Río Magdalena y contribuir a que las generaciones futuras tengan acceso a este recurso es parte de su compromiso, el cual también está alienado a los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU en el tema del agua: “Mejorar la calidad e incrementar su uso eficiente”.
“Cada proceso requiere de un manejo inteligente que impacta directamente a la comunidad, de manera que puedan contar con agua apta para el consumo humano. Con la tecnología y la adecuación de una planta moderna nos estamos asegurando de devolver al río Magdalena no solo agua limpia, sino un líquido que está muy por debajo de los valores límites permisibles para las descargas de aguas residuales industriales establecidos por la ley”, señaló Andrés Rivera, gerente de producción y manufactura de Corteva Agriscience.
Así mismo, el tratamiento de aguas residuales de esta planta tiene otros beneficios adicionales a los medioambientales y de salud, como son los económicos ya que minimiza los residuos y aprovecha al máximo los recursos -de acuerdo con los principios de economía circular. Pues, procesa aproximadamente 500 toneladas de residuos para reutilizar componentes como el manganeso en la formulación de fertilizantes para otras industrias.
Es decir, que con la recuperación y reutilización de residuos para transformar los servicios de saneamiento también ha sido posible que algunos costos sean autosustentables. “Ya no se realiza incineración de los residuos sólidos, lo que se traduce en un ahorro de $500 millones al año”, indicó el gerente de producción y manufactura de la compañía.
Es así como la compañía seguirá desarrollando una gestión sostenible del agua en sus operaciones de Soledad y Cartagena, mediante una política corporativa y con el uso de tecnologías que permitan ahorrar, recuperar y reutilizar agua, mejorando la calidad de los vertidos de aguas residuales y su huella hídrica.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables “Dia Internacional del Agua”