Centroamérica y Suramérica tienen retos similares y grandes avances en términos de políticas públicas sobre la materia de edificaciones; sin embargo, faltar implementar y encontrar formas de trabajo en la región de forma unida. Así lo considera Angélica Ospino, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, después de haber convocado en Bogotá, junto al Proyecto CEELA de la Cooperación Suiza, la CAF, la Agencia Internacional de Energía y la Universidad de los Andes, a más de 50 funcionarios públicos de esta región, y otros 150 más de otros sectores, en el marco del Seminario Internacional de Edificaciones Sostenibles y NetZero, intercambiando experiencias y aportado una hoja de ruta para trabajar unidos por el logro del NetZero en edificaciones.
Colombia avanza, pero aún hay retos
“El país lleva muchos años en la consolidación de una política de construcción sostenible. Hemos avanzado mucho y la vivienda es el sector que está jalonando la sostenibilidad y la implementación de estas políticas, pero sin duda nos falta mucho”, aseguró Felipe Arbouin Gómez, viceministro de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Colombia tiene, según Arbouin, la resolución 0546 de 2015 sobre construcción sostenible, que está en proceso de actualización, y de complementación en cuando al tema de ordenamiento territorial, apuntándose a desarrollar una política integral de desarrollo sostenible.
En el Seminario Internacional de Edificaciones Sostenibles y NetZero, se halló la necesidad de un trabajo en conjunto en Colombia. “Eso es que los Ministerios de Energía, Ambiente y Vivienda, puedan trabajar más juntos y que no tengamos normativas independientes, que además apunten hacia el mismo objetivo, porque eso desde el sector privado es muy difícil de manejar. También importante es el trabajo nacional y subnacional para que, lo que se logre a nivel nacional llegue a las regiones, y que existan las capacidades en estas últimas para poder hacer implementación”, asegura Angélica Ospina del CCCS.
Uno de los casos estudiados fue el de la ciudad de Cali, donde Iván Osuna, director técnico de la política de incentivos para la construcción sostenible y del manual de construcción sostenible de Cali, desarrolló una política de incentivos a la construcción sostenible en general, que incluye vivienda, el cual avanza con éxito pero hay retos. “Tenemos que ser capaces de cambiar la mentalidad de los constructores, porque todavía se sigue pensando que la construcción sostenible es más costosa que la convencional y no es verdad, porque incluso puede ser más barato”, asegura.
Los desafios de la región
Al igual que en Colombia, la región ha avanzado en normativas, pero se debe empezar a implementarlas de manera eficaz y contundente, como lo sugiere Nicola Borregaard, codirectora del proyecto CEELA, siempre acompañado por herramientas de evaluación, registro y monitoreo.
La región debe llegar a los estandares NetZero lo más rápido posible, y para ello será vital la cooperación internacional. Sin embargo, las prioridades de materia social, ambientes (reducción de emisiones), deben ser apoyados por la cooperación internacional que debe, según Borregaard, potenciarse y complementarse.
Uno de los desafiós, es la calidad de la vivienda social. La importancia de intercambiar las experiencias, programas y pilotos de la región ayudaran a aprender la situación de las localidades y generar proyectos que trasciendan las administraciones.
Otro tema relevante es entender que NetZero no es solo carbón, es también biodiversidad, adaptación y resiliencia, agua y acceso, es decir, un avance y evolución, según Laura Chapa, directora de programas para el Consejo Mundial de Construcción Sostenible para la Región de las Américas.
“El gran aprendizaje regional es que sí se puede alcanzar el NetZero en metas 2030 y 2050 porque existe la tecnología disponible, los recursos financieros y la voluntad política, pero también hay cooperación entre los sectores. Necesitamos ahora dar pasos firmes estableciendo nuestros marcos de referencia y tener mapas de ruta tanto para la descarbonización regional, como la local”, asegura Chapa.
Dato importante: según Rodrigo Peñailiño, representante del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en Colombia, el 60% de la construcción que se espera para los próximos 20 años o 30 años está por hacerse, por lo tanto se necesitan modificar reglamentaciones, pero también adecuar el sector privado, para que esté a la altura de esas nuevas reglamentaciones y que los gobiernos vayan generando estas nuevas políticas, actualizándolas y refrescándolas contantemente, porque este es un proceso continuo que nuestro planeta requiere para su protección.
Desde la academia, el reto es seguir aportando con la formación y la discusión para que se incorporen a estas ideas o principios sostenibles para poder operar, diseñar y construir edificaciones sostenibles, como lo sugiere Francisco Padrón Gil, coordinador de la Red Universitaria Cero Emisiones del CEELA.
“Esto se traduce no solo en esa reducción importante de emisiones que pueden generar las construcciones directa o indirectamente, sino garantizar que se mejoren las condiciones de confort, la productividad y una vida más digna para quienes los ocupan y los usan”, concluye Padrón Gil de la Red Universitaria Cero Emisiones del proyecto CEELA.
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