En un paso decisivo hacia una mayor sostenibilidad energética, Colombia y Panamá han formalizado un plan binacional para la interconexión eléctrica entre ambos países, con una inversión total de USD 800 millones. Este proyecto, denominado Interconexión Eléctrica Colombia-Panamá (ICP), tiene como objetivo conectar los sistemas eléctricos de las dos naciones, consolidando la integración energética en la región y promoviendo el acceso a fuentes de energía renovable, como parte de la transición energética justa que impulsa el gobierno colombiano.
El acuerdo fue anunciado tras una reunión de alto nivel encabezada por Andrés Camacho Morales, Ministro de Minas y Energía de Colombia, junto con autoridades panameñas, el presidente de ISA, Jorge Carrillo, y la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, entre otros. Durante el encuentro, se definieron las acciones prioritarias para llevar adelante el proyecto, tales como la promulgación de una regulación armonizada, la finalización de las consultas previas, la obtención de licencias ambientales y la estructuración financiera necesaria para asegurar su ejecución exitosa.
El proyecto ICP será un componente clave en los esfuerzos de descarbonización de ambas economías. Según el Ministro Camacho, la integración eléctrica regional fomentará la eficiencia, competitividad y sostenibilidad, además de consolidar un mercado eléctrico más robusto para las comunidades andinas y centroamericanas. En redes sociales, el ministro también destacó la importancia de lograr altos estándares de protección ambiental y garantizar la participación activa y democrática de las comunidades locales.
El proyecto tendrá una extensión total de 500 kilómetros, con un tramo terrestre en Panamá de 220 km, un tramo marino de 130 km y un tramo terrestre en Colombia de 150 km. Utilizando tecnología de corriente directa HVDC, el ICP permitirá la transmisión de hasta 400 MW de energía a una tensión de 500 kV. La infraestructura conectará la subestación Cerromatoso en Córdoba, Colombia, con la subestación Panamá II, en la provincia de Panamá.
Los beneficios de este proyecto son amplios y significativos. Se espera una reducción en los costos energéticos, particularmente en Panamá donde las tarifas podrían disminuir hasta USD 40 por MWh. Además, fortalecerá la conexión entre los sistemas eléctricos de la región Andina y Centroamérica, convirtiendo a Colombia y Panamá en un hub energético clave para el comercio de energía renovable. Contribuirá también a la reducción de emisiones de CO₂, con una proyección de más de 2,8 millones de toneladas de CO₂ menos en la región.
En términos de seguridad energética, el ICP permitirá un flujo bidireccional de energía, mejorando la resiliencia y la continuidad del suministro eléctrico en ambos países. A su vez, en Colombia, el proyecto disminuirá el riesgo de déficit energético del 9% al 3% en su primera fase.
Este hito en la integración energética no solo representa un avance clave en la sostenibilidad y la competitividad de ambas naciones, sino que también refleja el compromiso de Colombia y Panamá con sus objetivos climáticos internacionales. El proyecto ICP no solo mejorará la infraestructura energética de la región, sino que también abrirá el camino hacia un futuro más verde, sostenible e inclusivo para las generaciones venideras.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.