En un contexto de desaceleración del sector de la construcción, Toxement ha encontrado en la adaptabilidad y la resiliencia su principal estrategia para superar las adversidades. La compañía, productora de materiales de construcción, enfrenta un entorno económico y político desafiante, pero ha logrado mantenerse competitiva gracias a una estrategia de diversificación y expansión que le permite asegurar su crecimiento.
Marcela Ruge, vicepresidenta para Latinoamérica de Euclid Chemical Toxement, conversó con Portafolio sobre las decisiones estratégicas que la empresa está tomando para sortear la crisis y cómo planean seguir innovando y expandiéndose en nuevas regiones, a pesar de la incertidumbre en el mercado de la vivienda.
A pesar de la caída de la actividad constructora, Toxement ha mantenido su compromiso con la innovación y el fortalecimiento de su infraestructura. La inauguración de una nueva planta en Galapa, Atlántico, es un ejemplo de su enfoque hacia la expansión regional y el fortalecimiento de la producción. Con esta planta, la compañía espera generar empleo local y satisfacer la creciente demanda de productos de alta calidad en la industria de la construcción.
Ruge destaca que la planta de Galapa, equipada con tecnología avanzada, permitirá producir más de 170,000 millones de litros anuales de aditivos para la construcción, incluyendo impermeabilizantes, sellantes y recubrimientos. “Este proyecto es clave para seguir diversificando nuestra oferta y consolidarnos como un aliado estratégico de la industria”, afirma la vicepresidenta.
Uno de los mayores desafíos de Toxement ha sido manejar el impacto financiero de la desaceleración del mercado, que ha afectado tanto el flujo de caja como la gestión de inventarios. No obstante, la empresa ha logrado mantenerse estable gracias a una planificación estratégica y a la optimización de procesos. “La clave ha sido nuestra capacidad de adaptación, lo que nos ha permitido seguir operando de manera eficiente a pesar de las dificultades del sector”, asegura Ruge.
Para los próximos años, la empresa se ha planteado metas claras de sostenibilidad. Para 2025, Toxement se ha comprometido a reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero en sus instalaciones y aumentar en un 20% el reciclaje en sus procesos. “Estamos enfocándonos en la sostenibilidad no solo como una responsabilidad ambiental, sino como una ventaja competitiva”, agrega.
En respuesta a los desafíos del mercado inmobiliario, Toxement está mirando más allá de las grandes ciudades y enfocándose en las regiones intermedias del país. “Las ciudades intermedias y las Juntas de Acción Comunal (JAC) son el foco de la política de vivienda del Gobierno, lo que representa una gran oportunidad para nuestra expansión”, explica Ruge. La empresa ya está planeando su entrada en ciudades como Ibagué, Manizales, Villavicencio y Montería, donde el desarrollo de infraestructura y vivienda puede aliviar la presión sobre los mercados tradicionales como Bogotá, Medellín o Barranquilla.
Toxement también está apostando por la innovación de productos que contribuyan a la sostenibilidad del sector. Recientemente, lanzaron al mercado Aqua Elastic F, un impermeabilizante de alta durabilidad con tecnología híbrida de última generación. Este producto no solo tiene una vida útil de entre 10 y 15 años, sino que también cuenta con el sello de sostenibilidad del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS).
En paralelo, la compañía ha lanzado Aquazero, un recubrimiento acrílico para impermeabilización con propiedades decorativas que también ayuda a los proyectos a obtener beneficios fiscales, como la exención del IVA. Estos avances son parte de la apuesta de Toxement por ofrecer soluciones sostenibles que no solo mejoren la calidad de las construcciones, sino que también contribuyan a la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono en el sector.
Toxement está comprometida con el mercado colombiano a largo plazo. El grupo multinacional RPM, al que pertenece la empresa, ha invertido más de 20 millones de dólares en las plantas de producción en Colombia en los últimos años. Estas inversiones no solo reflejan la confianza en el mercado, sino también la apuesta por la innovación y la sostenibilidad.
A pesar de los desafíos, Toxement proyecta un cierre de año fiscal positivo, con una participación de mercado del 21%. “Esperamos un crecimiento moderado, pero con un enfoque claro en mejorar nuestra competitividad y ofrecer productos de alto valor agregado a nuestros clientes”, concluye Ruge.
Con una estrategia de expansión regional, innovación en productos y un firme compromiso con la sostenibilidad, Toxement se posiciona como un actor clave en la industria de la construcción, preparado para enfrentar los retos del sector y contribuir al desarrollo de un país más verde y sostenible.
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