El proyecto de resolución “Lineamientos para el ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá”, publicado por el Ministerio de Ambiente, ha desatado una fuerte polémica debido a su posible impacto en el desarrollo de infraestructura en la capital colombiana. Según expertos y autoridades locales, la medida podría frenar proyectos estratégicos y vulnerar la autonomía territorial de Bogotá y Cundinamarca.
Preocupación por la infraestructura y el desarrollo urbano
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, calificó la resolución como un “nuevo ataque del Gobierno Nacional a la autonomía territorial” y advirtió que su implementación pondría en riesgo múltiples obras de infraestructura clave para la ciudad. La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) también expresó su preocupación, señalando que proyectos como la ampliación de la vía Suba-Cota, la autopista Norte, la Carrera Séptima y el Regiotram del Norte y Occidente podrían quedar en el limbo.
“El Gobierno debe evaluar las graves consecuencias que esta resolución podría tener en la conectividad, la generación de empleo y el desarrollo de Bogotá y la región”, declaró Juan Martín Caicedo, presidente de la CCI.
Llamado a un proceso más transparente
Ante la controversia, el Consejo Gremial Nacional (CGN) solicitó a la Procuraduría General de la Nación que supervise el proceso de consulta pública de la resolución. El gremio advirtió que la propuesta del Ministerio impone restricciones que podrían afectar la planificación territorial, generar incertidumbre jurídica y frenar proyectos de infraestructura y abastecimiento hídrico.
Además, el CGN criticó las imprecisiones cartográficas del documento y la rigidez en la definición de usos del suelo, lo que, según ellos, desconoce la realidad territorial de la Sabana de Bogotá.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, reconoció la importancia de mejorar la planificación territorial, pero advirtió que el mecanismo planteado genera incertidumbre. Propuso cuatro medidas para garantizar un proceso más equitativo:
1. Ampliar el plazo para presentar observaciones.
2. Crear una mesa de trabajo con participación de la sociedad civil y autoridades locales.
3. Construir observaciones junto con los municipios afectados.
4. Mantener una actitud de análisis hasta que la resolución esté en su fase final.
La discusión sobre la regulación ambiental de la Sabana de Bogotá sigue abierta, con posiciones encontradas entre el Gobierno Nacional y las autoridades locales, mientras diversos sectores piden que el desarrollo urbano y la protección ambiental vayan de la mano en un proceso de concertación más amplio.
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