El sector energético colombiano enfrenta un panorama desafiante en 2025, marcado por la necesidad urgente de adaptarse a nuevas realidades ambientales y tecnológicas. En un país que depende mayoritariamente de fuentes hidráulicas para la generación de energía, las sequías de 2024 han puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema eléctrico ante fenómenos climáticos extremos, lo que ha disparado las alertas sobre posibles racionamientos. Con una escasa participación de energías renovables como la solar y la eólica, Colombia se enfrenta a la oportunidad de transformar su matriz energética, impulsando un cambio hacia fuentes más sostenibles.
En este entorno, las comunidades energéticas surgen como una de las soluciones más prometedoras para el país. Estos grupos, que funcionan bajo modelos de autogeneración y consumo responsable, permiten que los ciudadanos se conviertan en productores y gestores de su propia energía renovable, lo que no solo favorece la sostenibilidad, sino también la inclusión social y económica.
“Las comunidades energéticas no son solo una tendencia, sino una necesidad para fortalecer la transición hacia un sistema energético más resiliente y accesible”, afirma Paola Santiago Ribón, cofundadora de Solenium, una de las startups clave en este proceso. El gobierno colombiano ha comenzado a sentar las bases para la implementación de estos proyectos, con iniciativas como el Decreto 2236 de 2023, que establece lineamientos para la creación de comunidades energéticas en todo el país.
Además, a través de la Resolución 40 509 de noviembre de 2024, se creó un registro que facilita la organización y priorización de los proyectos que recibirán financiación. Sin embargo, la verdadera clave de este cambio radica en la aprobación de la Resolución CREG 701 051, que se espera impulse aún más la flexibilidad del mercado y atraiga tanto a actores públicos como privados a participar en la construcción de un sistema energético más descentralizado. Con empresas innovadoras como Solenium a la vanguardia, Colombia se encuentra en una posición única para transformar su sector energético, ofreciendo un modelo más sostenible y adaptado a los retos del futuro.