En los próximos dos años la compañía de comercio Makro remodelará cinco tiendas y abrirá cuatro nuevas, como parte de su estrategia de renovación de la marca en el país.
En ese plan de crecimiento en Colombia, del cual no ha entregado detalles, la adopción de criterios de sostenibilidad será una constante, según anunció. Entre el 2017 y este año la inversión puede llegar a los $4.000 millones.
Como un paso de esa política, la semana pasada, la firma mayorista abrió completamente renovada su tienda en Villa del Río, al sur de Bogotá. Este espacio cuenta con 5.600 metros cuadrados de piso de ventas. Esta tienda fue inaugurada en 1996 y fue la primera tienda de Makro en Colombia.
En la actualidad, Makro Colombia cuenta con 20 tiendas en 13 ciudades, las cuales tienen áreas de ventas entre los 4.000 y 9.900 metros cuadrados. También tiene una red de proveedores, compuesta por cerca de 1.200 empresas.
“Estas obras se verán traducidas en beneficios tangibles para sus clientes que podrán seguir accediendo a la oferta de valor de la marca, soportada en precios bajos y amplio surtido, y que ahora gozarán de espacios iluminados y vanguardistas”, explicó la cadena.
La nueva estructura tendrá sofisticados sistemas para reducir el consumo de energía y agua, lo cual está en plena sintonía con su estrategia de sostenibilidad.
Una de las prioridades de la empresa en este frente es reducir en un 20% el consumo de energía y agua para este año.
“Este es el inicio de una estrategia de negocio que va apalancada en la sostenibilidad de la compañía, el cuidado de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente. Para Makro Colombia estos pilares hacen parte fundamental del negocio, en el que también se incluye el compromiso con nuestros empleados y colaboradores. Durante el año seguiremos modernizando nuestras tiendas para ofrecerles a nuestros clientes el mejor servicio y una propuesta diferenciada en el mercado”, señaló Enrique Tonzo, presidente de Makro Colombia.
En Latinoamérica Makro cuenta con 74 tiendas en Brasil, 22 en Argentina, 12 en Perú, 20 en Colombia y 37 en Venezuela.
La compañía de comercio tiene como uno de sus lemas en materia de sostenibilidad ‘hacer más con menos’.
Y es bajo esta premisa que la compañía se comprometió a este año bajar el consumo de agua y energía. En el mismo nivel también espera disminuir la producción de residuos.
Paralelamente, también espera aumentar en 20% la operación de reciclaje al interior de sus tiendas.
Gabriela Sakae, jefe de Sostenibilidad de Makro para Suramérica, explica que el año pasado se invirtieron más de $2.000 millones para estas tareas y en 2018 se destinará el mismo monto para continuar en la tarea de tener una operación más acorde con el cuidado del medioambiente.
La ejecutiva explica que los planes específicos en este sentido se definen de acuerdo con una encuesta anual que consulta a todos los grupos de interés con los que interactúa la empresa.
Otras líneas de trabajo están encaminadas a tener soluciones innovadoras en las infraestructuras de la operación, en el desarrollo de las personas y el servicio al cliente.
Destacó que uno de los logros más significativos en el frente de la sostenibilidad es la reducción en un 90% de la cantidad de emisiones de carbón, en comparación con el 2016.
“Esto fue posible gracias a la compra de electricidad verde a su actual proveedor nacional de suministro de energía que es EPM”, explica Gabriela Sakae.
Destaca que las últimas tres tiendas inauguradas que son las de Puente Aranda, en Bogotá, de Floridablanca (Santander) y Cajicá (Cundinamarca) están en proceso de certificación LEED, un estándar mundial de las más altas exigencias para construcciones sostenibles.
Igualmente, respecto a los residuos y productos posconsumo, Makro ha participado activamente como punto recolector, en el que los usuarios finales pueden llevar sus residuos para que a través de los programas colectivos se dé disposición ambientalmente segura.
Dentro de esa campaña que también realizan otras cadenas y empresas del país, Makro ha recolectado más de ocho toneladas entre bombillos, baterías, medicamentos y otros residuos.