En el contexto actual de emergencia climática, cambiar la forma en la que bebemos agua puede suponer un gran impacto en el medio ambiente. Dejar de consumir agua embotellada y hacerlo mediante un dispensador puede minimizar nuestro impacto ambiental, generando hasta un 80% menos de emisiones de CO2, así como aliviar nuestro bolsillo.
Gracias a las últimas tecnologías, el mercado ofrece una oferta de dispensadores capaces de mejorar el rendimiento energético, con un impacto ambiental mínimo, debido a su bajo consumo de energía.
Menos residuos plásticos
Otra de las claves de esta tecnología es la reducción de residuos plásticos. Los dispensadores de agua no solo minimizan la reducción del plástico de las botellas de agua, sino que influyen en todo el impacto ambiental que genera su cadena de valor, desde la producción de la botella, hasta su transporte.
Más salud
Por último, es importante destacar que las botellas de plástico están fabricadas a partir de materiales que pueden contener elementos químicos como el Bisfenol A (BPA), los parabenos y otros aditivos potencialmente tóxicos. Con el uso de dispensadores y filtros de agua, podemos evitar que todas estas sustancias pasen a nuestro cuerpo, pues una de las formas más limpias y sostenibles de consumir agua.
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