Desde los estudios de la UNESCO, sustentados en el 2005, cada 17 de mayo se celebra El Día Mundial del Reciclaje para resaltar la importancia del cuidado del planeta, mediante una adecuada gestión de los residuos sólidos urbanos e industriales y así mismo, la aplicación de políticas gubernamentales dirigidas al cuidado del medio ambiente.
Con relación a lo anterior cabe destacar las siguientes estadísticas claves para entender este tema:
- Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, para el año 2022 en Colombia, se disponían 32.580 toneladas/día de residuos sólidos, aumentando 0.89% con respecto al año 2019.
- El 45.23% de los desechos que se generan en el país corresponden a ocho ciudades: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Soacha (Cundinamarca) y Soledad (Atlántico)
- Del total de toneladas de basura generadas al año, solo se recicla en promedio un 16,5%.
- De acuerdo con el Banco Mundial, cada persona de Latinoamérica está originando en promedio entre 1 y 14 kilogramos de basura al día, según el estrato social al que pertenezca.
- Si los residuos se separaran de manera adecuada antes de convertirse en desechos, se podría reciclar casi el 92 por ciento de lo producido. Sin embargo, como son mezclados, solo es posible reciclar el 30 por ciento del total.
- En 2018, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estimó que en Colombia existían 30.500 recicladores de oficio, y en Bogotá se calcula un promedio de 21.200, de los cuales solo 5.800 están asociados. En la actualidad, esa cifra puede haber aumentado drásticamente, en especial después de la pandemia del COVID-19 y la migración extranjera.
- Desde la perspectiva de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, Bogotá produce alrededor de 6.500 toneladas diarias de basura y según la Unidad Administrativa Especial de Residuos Púbicos (UAESP), solo el 15 % de los desechos que se generan en la ciudad son aprovechados, cuando podría alcanzarse un cifra de hasta el 70 %.
Bajo este contexto y de acuerdo con el Observatorio Ambiental de Bogotá (2022), es pertinente hablar en este día de conmemoración del rol del reciclador, una persona que realiza de manera habitual las actividades de recuperación, recolección, transporte o clasificación de residuos sólidos para su posterior reincorporación en el ciclo económico productivo, como materia prima, y que, además deriva el sustento propio y familiar de esta actividad, definición, un poco romántica de uno de los trabajos más difíciles y menos apreciados de la sociedad, frecuentemente asociado a la habitabilidad de calle, el consumo de sustancias psicoactivas y otras actividades ilícitas como el robo.
Hablando de Bogotá, el reciclaje para el habitante de calle se presenta como mecanismo para sobrevivir y en dicho sentido, este fenómeno social será muy difícil de erradicar.
Por ello, es pertinente resaltar la importancia de la implementación de programas gubernamentales para la prevención de factores familiares y sociales para abordar estas problemáticas, y, por otro lado, la definición de políticas públicas que atiendan esta población, ya que, si no fuera por los recicladores formales e informales que hay en la ciudad, muchos emprendimientos que se basan en el modelo de economía circular no tendrían materia prima de trabajo.
Bajo la anterior perspectiva, se ratifica la obligación de que tanto el estado como las empresas y los consumidores del común faciliten la labor de los recicladores, sin olvidar las políticas de acompañamiento y soporte que les brinden las garantías necesarias para realizar su trabajo de manera digna y asegurar su bienestar. Los recicladores son el puente entre el productor (nosotros como sociedad) y la industria que puede aprovechar este tipo de materia prima.
Para ayudar, no es difícil implementar en casa la regla de las 4R del reciclaje: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. Estos pasos son más efectivos si se utilizan en el orden mencionado, ya que proporcionan muchos más recursos y reducen el consumo de otros, sin impedir nuestra calidad de vida.
Si no mejoramos las prácticas de aprovechamiento de residuos, seguramente estaremos inundados de basura en los próximos años y será más dificultoso para quienes ejercen esta labor. En Colombia cada persona consume 24 kilos de plástico al año, de los cuales solo se recicla el 20% de más de 1,4 millones de toneladas desechos que se producen con ese material.
Por ello, desde el programa de ingeniería ambiental de la Fundación Universitaria San Mateo, invitamos a los lectores a pensar en estas problemáticas, en nosotros está el cambio.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje en Latinoamérica.