Tradicionalmente, han sido los Estados los llamados a remediar los perjuicios que ocasionan las violaciones de derechos humanos, bien sea por acción directa de agentes estatales o por omisión en el deber de prevenir. Sin embargo, ya hay una conciencia universal sobre los deberes y acciones concretas y trazables de las empresas frente al respeto de los derechos humanos, es decir, evitar vulnerar los derechos de los demás, y hacer frente a las consecuencias negativas de sus actividades.
Empresas y derechos humanos hoy ocupan la agenda de Estados, organismos internacionales, empresas, comunidades y sociedad civil. Nuevas estrategias y acciones se basan en referentes internacionales como los Principios Voluntarios de Seguridad y Derechos Humanos, el marco de las Naciones Unidas “proteger, respetar y remediar”, los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos, las Líneas Directrices de la Ocde para empresas multinacionales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No es una exageración decir que las empresas que piensan en su crecimiento y sostenibilidad en el espacio y en el tiempo han incursionado de manera decidida en el cumplimiento de su responsabilidad de respetar los derechos humanos, lo consideran como un factor determinante para asegurar competitividad.
Erradicar el trabajo infantil, la explotación laboral, el daño a los ecosistemas estratégicos, entre otros e incluyendo su cadena de proveedores de productos o servicios son una responsabilidad ineludible para cualquier empresa que desee seguir creciendo y posicionándose a nivel local y global.
Un canal que ha facilitado la apropiación de los derechos humanos en el sector empresarial son las iniciativas multiactor, espacios de diálogo de alto nivel entre empresas, entidades de gobierno, misiones diplomáticas, academia y sociedad civil, reconocidas como un vehículo apropiado para promover la colaboración, la atención de consecuencias negativas sobre los derechos humanos asociadas a actividades empresariales y la rendición de cuentas a distintos grupos de interés. En Colombia, de manera ejemplar, hay tres iniciativas multiactor reconocidas a la fecha por su trayectoria en asuntos de derechos humanos y empresas: el Comité Minero Energético “CME”, Guías Colombia y la Red Pacto Global Colombia.
En un esfuerzo conjunto sin precedentes en Colombia, el CME, Guías Colombia y Pacto Global, próximamente publicarán el documento “La responsabilidad empresarial de respetar los derechos humanos. Una lectura práctica de las iniciativas multiactor en Colombia”, como un aporte para seguir avanzando en la promoción de la responsabilidad empresarial de respetar los derechos humanos y para posicionar el valor que ofrecen estos espacios en la gestión de derechos humanos en el país. El documento invita a instaurar culturas empresariales en favor del respeto por los derechos humanos y reflexiona sobre la obligación de atender las consecuencias negativas de las actividades del sector privado.
De cara a los retos del contexto sociopolítico actual, más empresas deben sumarse y comprometerse con el respeto por los derechos humanos.